El humorista Andy Vázquez reconoció la hazaña del luchador grecorromano cubano Mijaín López, pentacampeón olímpico en su disciplina, pero expresó que no podía alegrarse con la noticia al recordar el historial extradeportivo del atleta. “Mi reconocimiento como atleta. Lástima que no me pude alegrar de tu hazaña al recordar como agredías a un joven por pedir libertad para nuestra Cuba”, comentó Vázquez en la cuenta de Facebook ‘Facundo Vivir del cuento’.
El popular actor, conocido por su interpretación del personaje Facundo en el programa humorístico de la televisión cubana y que actualmente reside en Miami, manifestó el sentimiento compartido por muchos cubanos que lamentan la forma en que el régimen cubano utiliza el deporte y a sus campeones como herramientas de propaganda.
Más allá del ámbito deportivo, el caso de Mijaín es uno de los más notorios, ya que su destacada trayectoria y su imponente figura han sido explotadas por la propaganda del régimen totalitario, convirtiéndolo en un símbolo de una cubanía violenta e ideologizada promovida por el discurso del Partido Comunista.
La cubanía que define el Departamento Ideológico del PCC y que es proclamada por dirigentes y medios oficiales se asocia a la llamada “revolución” y al patriotismo entendido como lealtad a un proyecto de dominación social. Este concepto resulta rancio, chovinista y excluyente. Aquellos que prestan su nombre para tal fin, como Mijaín, son recompensados; de hecho, recibió un Mercedes Benz en enero de 2022.
Al afirmar en sus eslóganes que “Mijaín es Cuba”, los expertos en comunicación del gobierno buscan resaltar la adhesión del atleta a la “revolución”, sus principios, su patriotismo y su voluntad de permanecer en la isla en un momento en que el “deporte revolucionario” enfrenta el mayor éxodo de atletas de su historia.
Mijaín, grande, corpulento, imbatible, fiel, miembro del PCC (el único partido legal en la isla) y diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, encarna el arquetipo del atleta valorado por el régimen cubano. Aquellos que no se ajustan a este modelo suelen desaparecer de la historia, mientras él se convierte en un símbolo de la Cuba soberana y victoriosa utilizada en la propaganda oficial.
Sin embargo, su imagen se ha visto empañada por actitudes violentas hacia cubanos que han tenido el valor de manifestarse a favor de la libertad. Un ejemplo de esto ocurrió con Damián Montes de Oca Iglesias, un joven agredido por Mijaín y otros integrantes de la delegación cubana en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Este incidente tuvo lugar a finales de octubre de 2023, cuando Montes de Oca Iglesias mostró una bandera cubana con la frase “Libertad para Cuba” en un estadio de béisbol, justo después de que la selección cubana perdiera ante Brasil. “Lo respetaba hasta hoy”, declaró el destacado lanzador pinareño José Ariel Contreras, al observar la agresión de su compatriota a un cubano pacífico que solo buscaba manifestarse.
Este episodio fue recordado por Vázquez en su publicación, resonando en la memoria de muchos cubanos junto a otros “detalles” que han llevado al Gigante de Herradura a convertirse en un objeto de culto de la propaganda del régimen, así como en un abanderado de su guerra simbólica contra los “odiadores”.
“El INDER está carga’o de represores. Mijaín López es uno más de ellos. Y encima, uno gigante, con lo que su condición de represor parece aún más terrible”, denunció en sus redes sociales la activista Sayli González Velázquez, una de las muchas voces de la sociedad civil cubana que no han querido desvincular el deporte de la política. En el contexto de la dictadura cubana, este binomio es inseparable, ya que el régimen lo utiliza para dividir a los cubanos e imponer su visión de la Patria a través de un prisma ideológico “revolucionario”.
