El boxeo cubano en los Juegos Olímpicos de París ha sido un verdadero fracaso

Redacción

Erislandy Álvarez se enfrenta a una carga significativa al representar a la nación cubana en el boxeo en medio de un torneo olímpico desastroso. Al subir al ring el miércoles por la noche en un abarrotado estadio, no solo lucha por una medalla de oro, sino también por el orgullo de un país que ha sido históricamente una potencia en este deporte.

Con solo 24 años, el peso ligero es el único boxeador cubano que tiene la oportunidad de sumar una medalla de oro a la cosecha del equipo en los Juegos Olímpicos de París 2024. Después de que Cuba lograra solo cuatro de las siete victorias totales en este torneo, Álvarez peleará contra el francés Sofiane Oumiha en la final de los 63,5 kilogramos en Roland Garros. Cualquiera que sea el resultado, él se convertirá en el responsable de llevarse a casa una de las dos únicas medallas que el equipo cubano ha conseguido, lo que representaría la menor cantidad de preseas olímpicas para la isla en 56 años.

“Queda una y vamos a darlo todo, esta es la última y es la más importante”, expresó Álvarez con determinación.

Cuba ha sido históricamente uno de los mejores equipos en boxeo, solo superado por Estados Unidos en términos de medallas de oro. Sin embargo, esta vez el ciclo olímpico ha sido un verdadero desastre. Desde el año pasado, Cuba ha enfrentado desafíos significativos al adaptarse a la equidad de género en el deporte y ha quedado atrapada en un ciclo de desarrollo de talento.

Con solo cinco boxeadores clasificados para París, la escuadra cubana incluyó a algunos medallistas de oro, como el peso pesado Julio César La Cruz y el peso mediano Arlen López. Sin embargo, La Cruz cayó en su primer combate, perdiendo ante un rival cubano que competía por Azerbaiyán, y aunque López logró asegurar una medalla, no pudo avanzar a la final tras perder en semifinales.

López reflexionó sobre la situación del equipo cubano: “No hemos tenido un ciclo positivo que digamos… pero bueno, así son los eventos, se gana y se pierde. Siempre queremos ser aquella luz que ilumina a los de atrás, pero bueno, así es el deporte”.

El escaso desempeño del equipo se ha visto agravado por los cambios introducidos en el boxeo olímpico desde los Juegos de Tokio, donde se incluyeron más competiciones femeninas y se redujo el número de hombres, llevando a la mayor paridad de género en la historia de los Juegos Olímpicos. Esto afectó a Cuba, que solo comenzó a permitir la competencia femenina en 2022, y ninguna boxeadora cubana logró clasificar para París.

Desde 1968, Cuba solo ha fracasado una vez en ganar medallas de oro en boxeo en los Juegos Olímpicos, un hito que se produjo en Beijing 2008. A pesar de un historial impresionante, el país está en riesgo de ver cómo varias naciones, incluida la República Dominicana, superan su total de medallas en este torneo.

Con solo una oportunidad para brillar en el cuadrilátero, Erislandy Álvarez lleva sobre sus hombros el peso de una tradición boxística que espera ser reafirmada en la final, en un intento de recuperar el prestigio perdido en este ciclo olímpico.