A las puertas del nuevo curso escolar, está más que claro que la educación es uno de los pilares de la Revolución cubana que se ha derrumbado

Redacción

Gobierno cubano advierte que no cerrarán las puertas de sus escuelas por el coronavirus

Los maestros son la base esencial de la educación. Más allá de las carencias materiales, ellos transmiten valores morales y el amor por las raíces culturales.

De cara al inicio del curso escolar 2024-2025 el próximo septiembre, el periódico oficial Sierra Maestra publicó un artículo este martes en el que se reconoce el deterioro de los “valores construidos”, aunque se atribuye principalmente a la crisis económica provocada por el “recrudecimiento del bloqueo”.

La falta de profesores calificados para impartir los contenidos educativos afecta la calidad del aprendizaje de los estudiantes y deteriora la relación entre profesores, alumnos y padres, creando un ciclo difícil de romper.

“El deterioro de la enseñanza en Cuba realmente abarca todas las esferas de la vida educativa del país. Comienza por la Educación Primaria, donde no solo la falta de profesores, la ideologización, el control y la imposición de una pedagogía bancaria, que no permite la liberación del estudiante, se hacen cada día más visibles en las aulas cubanas”, explicó Leonardo Fernández Otaño, Máster en Ciencias Históricas e investigador del Observatorio de Libertad Académica.

“Los otros niveles de enseñanza también sufren este deterioro, que se conjuga además con fraudes y con el deterioro de la vida cotidiana, que también afecta a las aulas”, añadió.

Fernández Otaño considera que los desafíos son aún mayores y “preocupantes” en el sistema universitario, que ha visto abandonado a miles de profesores jóvenes debido a problemas económicos y al control ejercido por la FEU [Federación Estudiantil Universitaria] y la UJC [Unión de Jóvenes Comunistas].

“Vemos, cada vez más, cómo la Seguridad del Estado controla las esferas de pensamiento en el ámbito universitario a través de la FEU y de la tutela de la UJC, limitando la reflexión libre y controlando a los profesores que disienten. Cada vez son más los expulsados. Algunos se atreven a contarlo, otros guardan silencio”, advirtió.

“Lo que observamos es que Cuba está cada vez más desactualizada en educación, tanto en las ciencias exactas como en las Ciencias Sociales, donde la enseñanza es esquemática y cerrada, y donde el disenso es zona vedada”, detalló el investigador de OLA.

Recientemente, la metodóloga guantanamera Elizabeth Bermúdez Pacheco, en una entrevista con el periódico estatal Venceremos, reconoció que existe una “desactualización en los contenidos” que se imparten en las escuelas.

Sin embargo, no se abordó el éxodo masivo de profesionales de la educación hacia otros sectores laborales en el país ni la salida de cientos de maestros al extranjero, ya sea por emigración o por el envío de docentes a otras naciones en misiones internacionalistas.

El pedagogo Moisés Leonardo Rodríguez plantea la interrogante: ¿Qué ha pasado con la educación en Cuba?

“Al principio de este proceso, aún quedaban profesores y existía una institución heredada del sistema anterior, lo que permitió mantener un buen sistema educativo, aunque afectado por la ideologización y la tendencia a la política única”, puntualizó.

Durante una reunión de balance del Ministerio de Educación Superior (MES), el gobernante Miguel Díaz-Canel expresó que el principal reto de ese organismo es “el proceso de formación de profesionales integrales, competentes, comprometidos con la Revolución, con espíritu innovador y firmeza político-ideológica”.

“Sin embargo, esto se manifiesta con mayor intensidad ahora que ya no quedan profesionales de calidad, ya que se han ido por los bajos salarios, las malas condiciones de trabajo y el escaso reconocimiento social hacia los educadores”, recalcó Rodríguez, quien lidera la independiente Corriente Martiana, con sede en el municipio artemiseño Mariel.