La conmoción ha invadido Pinar del Río tras el naufragio de una lancha la semana pasada, en la que viajaban 11 personas que intentaban escapar de Cuba. Hasta el momento, se ha recuperado el cadáver de la joven Ana Elis Gazquez Vargas, de 20 años, residente en Consolación del Sur. Su cuerpo fue hallado en Cortés (Sandino), a pesar de que la embarcación zarpó desde la playita de La Coloma.
Una allegada de la fallecida explicó en Facebook que Ana Elis se lanzó al mar «en una lancha rústica» junto a su esposo y su suegro, quienes aún permanecen desaparecidos. El lunes de la semana pasada, el cuerpo de la joven fue recuperado y, según el informe forense, llevaba nueve días sin vida.
Además de Ana Elis, en la lancha viajaban su esposo y su suegro, junto a otras nueve personas, de las cuales solo dos han sido encontradas con vida y se están recuperando de quemaduras de tercer grado en el Hospital Viejo.
El hermano de Ana Elis expresó su dolor en Facebook por la muerte de su hermana, aunque no especificó las circunstancias de su deceso: «Tú eras mi desahogo y sé que nos veremos otra vez. Te buscaré en el cielo», escribió.
Por su parte, el canal de YouTube ‘Nio reportando un crimen’ informó que el cadáver de Ana Elis fue recuperado el 30 de julio y que los sobrevivientes son su novio y el padrastro de este, aunque esta información se contradice con un comentario en el muro de Facebook de Luisito Gazquez, hermano de Ana Elis, quien es la única fallecida identificada hasta el momento.
Este canal también indicó que Ana Elis era del Consejo Popular Alonso Rojas, en Consolación del Sur, y que era la única mujer en la embarcación. A pesar de las súplicas de su madre para que no partiera, la joven estaba desesperada por encontrar un futuro mejor. Según los informes, no habría muerto ahogada, sino por deshidratación.
La joven abordó una «chalupa» improvisada que comenzó a hacer agua tan pronto como zarparon. El mismo día del viaje, el 14 de julio, la embarcación se estrelló contra unos arrecifes.
Además, se ha reportado que muchos de los tripulantes que aún están desaparecidos llevaban consigo el dinero de la venta de sus propiedades en Cuba.