La actriz cubana Beatriz Valdés compartió su profundo pesar por la situación actual en su país natal en una entrevista con Diario de Cuba, señalando la falta de oportunidades y la precariedad económica como las principales causas de la emigración masiva de cubanos.
En la conversación, Valdés reflexionó sobre la importancia de la creatividad y la resiliencia para los artistas que han emigrado, quienes deben adaptarse y reiniciar sus vidas en entornos complicados. “La única alternativa para los cubanos es irse, y eso es muy doloroso”, afirmó.
Siempre recordada como “la bella del Alhambra”, la actriz subrayó la dura realidad que enfrentan los cubanos que deben abandonar su hogar en busca de una vida mejor, destacando la falta de desarrollo y oportunidades económicas como factores críticos. “Duele la precariedad económica, la falta de oportunidades, la destrucción de la ciudad por falta de mantenimiento. Duele que cada vez la gente deposite su esperanza de vida dejando el país, y que pasan los años y, lejos de abrirse oportunidades económicas para que el país se pueda desarrollar, la única alternativa sea irse. Eso es lamentable, terrible, muy doloroso”, agregó.
Esta no es la primera vez que Valdés se manifiesta sobre la realidad cubana. En el programa Derecho a Réplica del realizador Ian Padró el año pasado, expresó: “Me da un profundo dolor lo que está pasando desde el punto de vista de las represiones, de las mutilaciones de opinión en el país y sobre todo de la gente joven que está recluida por defender la posibilidad y el derecho que tienen a tener una vida mejor”. También mencionó su angustia al pensar en su hijo: “Ni siquiera quiero hacer el ejercicio de imaginarme que mi hijo formara parte de aquellos que salieron a la calle (el 11J) y no regresaron a sus casas”, refiriéndose a los miles de cubanos encarcelados tras las protestas del 11 de julio de 2021.
Valdés, reconocida por su trayectoria en cine, teatro y televisión, reside en Miami tras una segunda migración desde Venezuela, donde también experimentó la inestabilidad del país. Durante su charla con Diario de Cuba, mencionó que está trabajando en un proyecto personal que reunirá a creadores de Cuba y Venezuela. “Ha sido extraordinario explorar nuestra memoria, nuestra cultura y compartirla con los venezolanos que están aquí. Yo estoy muy apegada a Venezuela. Siento que Cuba y Venezuela están arraigadas de una manera tan profunda que es tan sencillo como inevitable. Estar dividida por esas dos culturas tan poderosas me hace sentir que me multiplico, que tengo mucha más riqueza, que tengo una fuente de afecto cada vez más nutritiva y soy muy privilegiada por eso”, dijo al referirse a esta conexión.
A principios de los 90, Beatriz desapareció de la televisión y el cine cubanos al emigrar a Venezuela, motivada por el amor. Durante un rodaje conoció a un miembro del equipo técnico y establecieron una relación. Aunque esta no prosperó, Valdés se estableció en Caracas con su hijo pequeño.
Comenzó su carrera en la televisión venezolana en 1993 con Piel, una telenovela de la productora Marte TV. Posteriormente, trabajó en RCTV durante cuatro años y finalmente en Venevisión, donde interpretó muchos de los personajes más memorables de la época.
Durante dos décadas en Venezuela, Valdés se convirtió en una actriz favorita en novelas y cine, incluso interpretó a Manuela Sáenz, la compañera de Simón Bolívar, uno de los personajes icónicos de la historia de Venezuela.
A pesar de su amor por la vida en Caracas, en 2018 decidió mudarse a Miami con su hijo para comenzar de nuevo. En una entrevista con CNN, confesó: “Me fui de Cuba porque me enamoré y de Venezuela porque me asusté”. Su hijo había sido asaltado en dos ocasiones, y la situación laboral se había vuelto insostenible en un país que antes prosperaba.
Al salir de Cuba, Valdés ya era un rostro muy querido por la audiencia. Además de su célebre personaje de Rachel, había trabajado en la serie Algo más que soñar y en películas como Los pájaros tirándole a la escopeta, Lejanía y Como la vida misma.