El programa de parole humanitario, implementado por la administración de Joe Biden para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, ha sido suspendido temporalmente debido a fraudes significativos detectados en el proceso. Esta pausa, ordenada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), afecta a millones de solicitudes con formulario I-134A sometidas ante USCIS.
A finales de junio de 2024, se registró que aproximadamente 523,814 personas habían recibido autorizaciones de viaje bajo este programa. De estas, 106,757 eran cubanos, 205,026 haitianos, 93,325 nicaragüenses y 118,706 venezolanos. A pesar de estas cifras, más de 2.6 millones de aplicaciones de parole han sido recibidas por USCIS, lo que deja un saldo de más de 2.1 millones de casos por procesar.
La atención de las autoridades se centra ahora en la revisión de las solicitudes de los patrocinadores, quienes han presentado inconsistencias en sus formularios. Esta situación ha generado preocupación entre los solicitantes y sus familias, quienes temen que la resolución de sus casos se prolongue por años. Esto se debe a que USCIS procesa solo 30,000 visas al mes y cada mes se suman nuevas solicitudes.
El DHS ha identificado varios tipos de fraudes, incluyendo el uso repetido de números de seguridad social, direcciones y teléfonos en múltiples formularios. Un informe reveló que 100,948 formularios I-134A fueron llenados por solo 3,218 patrocinadores. Además, se descubrió que 24 números de seguridad social pertenecían a personas fallecidas y que 100 direcciones físicas se reutilizaron en más de 19,000 formularios.
Los individuos que hayan participado en fraudes enfrentarán investigaciones y procesos legales. Estos casos serán llevados a la corte de inmigración y referidos al Departamento de Justicia para posibles cargos criminales. Aquellos que obtuvieron sus autorizaciones de viaje mediante fraude verán sus visas revocadas y enfrentarán procedimientos de deportación, además de una posible prohibición de reingreso a Estados Unidos.
La suspensión del programa se da en un momento crucial, donde la migración es un tema central en la campaña electoral de Estados Unidos. Analistas sugieren que la pausa podría extenderse hasta las elecciones de noviembre de 2024. Esta situación ha generado diversas reacciones dentro de la comunidad cubana, que veía en el programa una forma legal, segura y expedita de migrar a Estados Unidos.
Miles de familias esperan ansiosas la reanudación del programa, mientras que otros enfrentan la incertidumbre de posibles deportaciones y prohibiciones de reingreso. Álvaro Fanjul Iturralde expresó su descontento diciendo: “Los que esperamos legalmente no tenemos por qué pagar por el fraude de otros”. Gema Ibett opinó que deberían procesar a los responsables del fraude y no a quienes están legalmente en espera.
Iris Gómez calificó la noticia como “triste para todos esos cubanos que están en la espera”, mientras Alonso Ar señaló que personas como él, patrocinadas desde enero de 2023, se ven afectadas injustamente. Ulises Molina expresó su incomprensión sobre por qué se detiene todo el proceso en lugar de enfocarse en los sospechosos.
