El humorista cubano Otto Ortiz se dirigió este jueves a su cuenta de Facebook para expresar su descontento con varias inconformidades que tiene hacia las autoridades de la isla. En un tono crítico, Ortiz se comparó con la boxeadora italiana Angela Carini, quien abandonó su combate a los 46 segundos en los Juegos Olímpicos de París ante la argelina Imane Khelif, una atleta cuya identidad ha generado controversia. Según Ortiz, su vida se reduce a “luchar contra personas con superpoderes desde mi humilde posición de simple mortal”.
Su crítica está enmarcada en el reciente anuncio del Gobierno cubano sobre la actualización de la Política de Comercialización de Vehículos, que permitirá a los cubanos “con méritos” adquirir automóviles en pesos cubanos (CUP). Ortiz denunció que, “en 2013 me quitaron el derecho a comprar el carro que, por la famosa carta, me había ganado”. Esta afirmación resalta su frustración ante un sistema que, según él, ha ignorado sus derechos.
El también empresario se quejó abiertamente de que lleva cinco años esperando la reposición del vehículo “que me debe” la estatal Empresa de Seguros Nacionales (ESEN), parte del Grupo Caudal. Esta espera ha acentuado su insatisfacción con el proceso administrativo. “Estoy en una disputa con la aduana por una lasqueadora que me enviaron y que fue decomisada”, relató Ortiz, aunque reconoce que tiene “pocas probabilidades de ganar este combate”.
Refiriéndose indirectamente a la lucha diaria de los cubanos, Ortiz comentó que se siente como Carini, “como una persona que lucha contra seres que se identifican como seres humanos, como personas iguales a los demás, pero que en realidad tienen poderes sobrenaturales”. Esta metáfora refleja la sensación de impotencia que siente ante el sistema.
En su publicación, también criticó que los autos retirados de la renta de turismo se estén vendiendo por reposición a través de la empresa Zaza, un proceso que considera solo busca “recaudar dinero”. Al cuestionar al ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, se preguntó: “¿Qué pasará con los ingenuos que estamos asegurados por la ESEN?”, enfatizando que “de eso no se habló, de eso no se dijo nada”.
Ortiz expresó su frustración con la situación: “Al parecer no existimos, no valemos, no somos interés del Estado. En lo personal voy para cinco años en espera de la reposición de mi auto, que pagué por 17 años. Yo ya pagué, los asegurados ya pagamos el auto que nos deben”. Su queja resuena con la experiencia de muchos cubanos que se sienten olvidados por el sistema.
Finalmente, el comediante enfatizó que “en un país en el que se exige que trabajemos y nos entreguemos a diario, las empresas estatales deberían hacer lo mismo y cumplir con los compromisos hacia sus clientes. Nosotros confiamos en ustedes, nos merecemos un mínimo de respeto”, concluyó. Su mensaje se convierte en un llamado a la responsabilidad de las autoridades y refleja el sentimiento de muchos que luchan por ser escuchados.
