Un gran despliegue de fuerzas del orden en Carolina del Norte resultó en la incautación de armas, 46 vehículos, $14,000 en efectivo y 174 aves, tras una redada en una pelea de gallos en el condado de Granville. La escena, descrita como «horrible» por el alguacil Robert Fountain, dejó a los 174 gallos bajo el cuidado de organizaciones de bienestar animal.
La semana pasada, un grupo de 15 personas, incluidos varios cubanos, fue arrestado en el marco de una pelea de gallos ilegal. Según informó el canal CBS 17, la policía local confiscó una considerable cantidad de bienes, destacándose entre ellos las aves y el dinero en efectivo. La actividad tuvo lugar en un terreno de Lawrence Road, donde los asistentes pagaron $50 para participar en este evento clandestino.
El operativo fue posible gracias a una confidencia recibida por las autoridades, lo que permitió que un oficial encubierto confirmara la información antes de la intervención, que se llevó a cabo alrededor de la 1:00 p.m. La redada incluyó la participación de varias patrullas y un helicóptero, asegurando así la efectividad del operativo.
Entre los detenidos se encontraba Sharon Kay Miller, la única mujer del grupo, junto a José García, ambos acusados de participar y apostar en las peleas de gallos. Otros arrestados incluyen a Juan Pérez Hernández, Roberto Soria Castañeda, Noé Jaimes Antúnez, Khanh Lee, Héctor Martínez Paredes, Pedro López, Miguel Ángel Pérez Vázquez, Ricardo Jiménez García, Gregorio Sánchez, Raphael Hernández, Arturo García, Manuel R. Regalado y Alexis Ramírez Pérez.
El alguacil Robert Fountain señaló que cuatro de los arrestados tienen órdenes de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y un quinto enfrenta una orden del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU. Esta situación añade una dimensión adicional a la gravedad del caso, ya que implica posibles deportaciones y procesos legales más complejos.
Los gallos incautados fueron entregados a organizaciones de bienestar animal, mientras que el alguacil describió la escena como «horrible», destacando el consumo de alcohol y marihuana, así como la presencia de armas en algunos vehículos. Estas condiciones evidencian el peligro y la ilegalidad de este tipo de eventos, que no solo implican crueldad animal, sino también otros delitos graves.
La investigación continúa con el trabajo del Departamento del Alguacil del Condado Granville, que busca identificar a los propietarios de los 46 vehículos incautados, ya que muchos participantes huyeron al darse cuenta de la redada. Esta operación es parte de un esfuerzo continuo por erradicar las peleas de gallos en la región, una actividad que, aunque ilegal, persiste en diferentes áreas de Estados Unidos.