El director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Francisco Durán, informó que el virus de Oropouche comenzó a propagarse en Cuba desde Santiago de Cuba y Cienfuegos en mayo, extendiéndose rápidamente a Matanzas, Mayabeque, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Holguín, Guantánamo, Artemisa, Camagüey y Granma, y posteriormente a Pinar del Río.
Este virus, que se transmite principalmente a través de mosquitos, provoca síntomas como fiebre, dolor de cabeza y mialgia (dolores musculares), y en algunos casos puede dar lugar a complicaciones más severas, según las autoridades sanitarias del país.
Cubanos entrevistados por nuestra redacción relatan que enfrentar la enfermedad sin acceso a medicamentos ha sido una experiencia difícil. En medio de la grave escasez de medicinas y recursos en los hospitales, los enfermos deben recurrir al mercado negro para conseguir medicamentos, donde los precios son exorbitantes.
“Dicen que un blíster de pastillas vale 500 o 600 pesos, y yo no puedo hacer nada, ¿con qué yo me curo?”, expresó un ciudadano. Muchos han lidiado con la enfermedad sin asistencia médica y soportando los síntomas. Una mujer comentó: “Tuve diarrea, mucho dolor de cabeza y estuve de cuatro a cinco días enferma, lo único que me ha dejado es un poco de flojera”.
Otro enfermo añadió: “Dolor de cabeza, fiebre de 39 a 40 grados, ya no aguanto más”. Los síntomas como dolores articulares, fiebre, vómitos y diarrea se manejaron en casa como mejor pudieron.
Una cubana advirtió que los casos pueden empeorar y poner en riesgo la vida de las personas: “La presión me subió, me dio decaimiento y palpitaciones”.
En muchos casos, los médicos han recomendado a los pacientes curarse en casa, afirmando que “todo el mundo se cura en casa, incluso el que tiene cáncer”. Una persona relató: “Cuando fui al hospital no había medicamentos, nada. Me dijeron que tenía que tomar té de uvas. Y las pastillas que están vendiendo aquí en Cuba son muy caras”.
Otra entrevistada coincidió en que tanto en los hospitales como en los consultorios, los médicos envían a los pacientes a casa. “Te dicen que tomes abundante líquido porque no tienen otra cosa para mandar, por eso no ingresan a nadie”.
La enfermedad sigue extendiéndose por toda Cuba. Según las autoridades, 76 personas están ingresadas en Camagüey por la fiebre de Oropouche, con un total de 79 casos sospechosos en la provincia, según el doctor Néstor Navarro Vega, subdirector de Epidemiología del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.
El ingreso, “como ocurre con el resto de las arbovirosis, puede ser hospitalario o domiciliario”, explicó el médico, quien añadió que la situación es compleja ya que también circula el dengue en la provincia. “Todo se complica con factores como las altas temperaturas que acortan el ciclo del Aedes aegypti, así como las lluvias y la situación ambiental, pues como es sabido, el Culex quinquefasciatus entra y sale de las viviendas y solo se puede mitigar con un ordenamiento ambiental”, lamentó el galeno.
