A partir de este viernes 2 de agosto, Cuba se prepara para la llegada de chubascos, tormentas eléctricas y lluvias que podrían ser intensas, según advirtió el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología. Este aviso especial se emite en el contexto de una activa onda tropical que se encuentra transitando sobre la República Dominicana y que ya está afectando varias áreas del Caribe.
El comunicado inicial del Instituto de Meteorología señala que “se incrementarán las áreas de nublados con chubascos, lluvias y tormentas eléctricas, que pueden llegar a ser fuertes e intensas en algunas localidades a partir de mañana viernes en las regiones oriental y central de Cuba”. Este fenómeno no solo traerá lluvias, sino también la posibilidad de vientos fuertes y tormentas locales severas, lo que representa un riesgo significativo para las comunidades en las que se produzcan estos eventos.
La advertencia se extiende al fin de semana, ya que se prevé que la situación se amplíe a la región occidental del país entre el sábado 3 y el domingo 4 de agosto. «Se debe prestar mucha atención a las inundaciones que pudieran generarse en zonas bajas y de mal drenaje», resaltó el aviso, indicando la seriedad con la que se debe abordar esta situación.
La fuente meteorológica indica que este aumento en la actividad atmosférica está relacionado con una activa onda tropical que, además de afectar a Cuba, está generando condiciones adversas en la República Dominicana, Haití y las Bahamas meridionales. Estas regiones están experimentando un incremento en los nublados y las precipitaciones, que se extienden hacia los mares adyacentes y la porción norte del mar Caribe oriental.
En el caso de Holguín, un área que ya ha comenzado a sentir los efectos de este mal tiempo, se han reportado nublados y rachas de viento moderadas. Esto ha llevado a los residentes a prepararse ante la posible intensificación de las lluvias y tormentas, que podrían impactar de manera significativa sus actividades diarias.
El Centro de Pronósticos también advierte que en las próximas 24 a 48 horas, se podría formar una zona de bajas presiones dentro de la onda tropical, que se situaría próxima o incluso sobre el territorio nacional. Este sistema se desplazará inicialmente entre el oeste y oeste-noroeste sobre el oriente de Cuba y, posteriormente, se moverá hacia el centro y occidente del país el sábado 3 de agosto.
Una vez que el fenómeno atmosférico cruce la isla, se prevé que se dirija hacia el estrecho de Florida y continúe su trayectoria hacia el sudeste del Golfo de México. Este desplazamiento podría ofrecer condiciones favorables para el desarrollo de un sistema ciclónico, ya sea en forma de depresión tropical o tormenta tropical, con un movimiento más al noroeste a partir del domingo 4 de agosto.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) también ha emitido su pronóstico, indicando que las condiciones meteorológicas en la zona donde se desplaza la perturbación favorecerán su desarrollo ciclónico. En el momento de redactar este aviso, la perturbación tiene una probabilidad del 30% de convertirse en un sistema ciclónico en las próximas 48 horas, según lo informado por el NHC, que tiene su sede en Miami.
Este escenario es un recordatorio de la temporada ciclónica activa que se anticipa para este año. De hecho, entre finales de junio e inicios de julio, el huracán Beryl, que alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, impactó severamente áreas del Caribe, la península del Yucatán en México y el Golfo de México, incluyendo el estado de Texas en los Estados Unidos. Este evento meteorológico fue considerado un adelanto de lo que se espera sea una temporada con múltiples fenómenos ciclónicos.
Las autoridades instan a la población a estar alerta ante los informes meteorológicos y a tomar precauciones ante la llegada de lluvias intensas y tormentas eléctricas. La historia reciente ha demostrado que el Caribe es vulnerable a estos fenómenos, y la preparación es clave para mitigar los impactos negativos que puedan surgir.