Varios gobiernos latinoamericanos anuncian que no reconocen el triunfo electoral de Nicolás Maduro en Venezuela

Redacción

Después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunciara la reelección de Nicolás Maduro con un 51.2% de los votos tras el conteo de, al menos, el 80% de las mesas en todo el país, varios líderes de Latinoamérica se manifestaron en contra de los resultados, tildándolos de un “fraude” contra la democracia. Las declaraciones de rechazo se multiplicaron rápidamente, reflejando una creciente preocupación sobre la legitimidad del proceso electoral en Venezuela y sus implicaciones para la región.

El canciller de Perú, Javier González-Olaechea, fue uno de los primeros en pronunciarse, asegurando este domingo que su país no aceptará “la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”. En su mensaje en X, González-Olaechea condenó “en todos sus extremos la suma de irregularidades que parecen tener un claro propósito de fraude por parte del gobierno de Venezuela”. Estas declaraciones resaltan la postura firme del gobierno peruano en contra de lo que considera un atropello a la democracia venezolana.

Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, también expresó su desacuerdo con los resultados anunciados. A través de sus redes sociales, Boric afirmó que “el régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer”. Asimismo, destacó la necesidad de que la comunidad internacional, así como el pueblo venezolano, incluyendo a millones de compatriotas que viven en el exilio, exijan “transparencia total de las actas y del proceso electoral”. Enfatizó que “desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, reflejando así una postura crítica hacia la legitimidad del proceso electoral en Venezuela.

El presidente argentino, Javier Milei, también se sumó al coro de voces que denunciaron el proceso electoral. En la madrugada de este lunes, anunció que Argentina “no va a reconocer otro fraude” en Venezuela, y subrayó que los ciudadanos venezolanos “eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro”. Milei enfatizó que “los datos indican una victoria aplastante de la oposición”, al tiempo que mencionó que “el mundo está a la espera de que se reconozca la derrota después de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”. Su contundente mensaje refleja el rechazo a lo que considera una manipulación del sistema electoral.

En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Milei exigió que las Fuerzas Armadas de Venezuela defiendan “esta vez la democracia y la voluntad popular”. Sus palabras no solo demuestran una postura crítica hacia el régimen de Maduro, sino que también abogan por una intervención de las fuerzas armadas en favor de la democracia, lo que podría tener repercusiones significativas en la inestable situación política del país.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también se pronunció sobre el tema. Exigió un recuento “justo y transparente” de los votos en las elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro fue declarado vencedor con un 51.2% de los sufragios, según el CNE. La exigencia de Blinken se produce en un contexto donde la credibilidad de la autoridad electoral venezolana está en entredicho, controlada como está por el oficialismo. Su declaración pone de manifiesto la preocupación de la administración estadounidense por la situación democrática en Venezuela.