Un médico cubano residente en Kentucky, Estados Unidos, ha perdido la vida tras ser baleado por oficiales de la Policía Metropolitana de Louisville en un trágico suceso que ocurrió la noche del jueves y que ahora está bajo investigación por parte de las autoridades. La víctima, identificada como Yoel Nápoles Ravelo, de 32 años, fue abatida frente a su familia en un incidente que ha conmocionado a la comunidad.
Los familiares de Nápoles fueron testigos de sus últimos momentos, lo que ha sumado un profundo dolor a la tragedia. Según diversos reportes de medios locales, el hombre estaba armado con un cuchillo cuando fue confrontado por los agentes. El incidente comenzó cuando la policía recibió una llamada al 911 alrededor de las 9:30 p.m. informando sobre un “problema activo desconocido” en la casa situada en la cuadra 6600 de Eagle Wood Drive, en un vecindario del suroeste de Louisville, como explicó Paul Humphrey, jefe interino del Departamento de Policía de Louisville (LMPD).
Al llegar a la escena, los oficiales fueron informados por los familiares que había un hombre agitado dentro de la casa. Tras esto, los familiares lograron salir de la vivienda y se encontraron con los agentes. Humphrey relató que, mientras los policías intentaban dialogar con Nápoles, él salió de la casa con un cuchillo en la mano y comenzó a avanzar hacia ellos, lo que generó una situación tensa y peligrosa.
El jefe policial señaló que los oficiales ordenaron varias veces a Nápoles que soltara el cuchillo, pero el hombre no obedeció. Según el informe, los agentes intentaron emplear armas menos letales, que incluían una porra de espuma de 40 milímetros y una pistola paralizante Taser, pero al ver que Nápoles continuaba acercándose, optaron por usar sus armas de fuego, disparándole varias veces. A pesar de que los policías intentaron brindarle primeros auxilios en el lugar, Nápoles fue declarado muerto.
Una fuente cercana al caso reveló que, contrariamente a lo que se podría suponer, fue el propio Nápoles quien llamó al 911 buscando ayuda médica, ya que creía estar teniendo alucinaciones. Sus familiares, que han optado por no hablar ante las cámaras, manifestaron su confianza en que los oficiales del LMPD les brindarían la asistencia necesaria. Además, hicieron hincapié en que Nápoles hablaba inglés perfectamente, por lo que habría podido entender las órdenes de los policías. En el momento del incidente, él también llevaba una Biblia, lo que resalta la complejidad de la situación.
El jefe interino de policía, Humphrey, lamentó la tragedia y la describió como un momento angustioso tanto para los agentes involucrados como para la familia de Nápoles. «Es evidente que se trata de una tragedia», afirmó, reconociendo la pérdida de una vida humana y expresando su agradecimiento por el hecho de que no hubo más heridos en la escena.
Una vecina del lugar, Heather Powell, compartió su conmoción ante el caos del suceso. «No sabíamos qué estaba pasando, pero escuchamos a la gente gritando», dijo, y agregó que escuchó cinco o seis disparos que resonaron en la tranquila noche. «Fue una sensación de dolor, ¿sabes? Escuché el dolor y la tristeza en el grito de una mujer, estaba destrozada, con el corazón roto», compartió Powell, reflejando el impacto emocional que tuvo el evento en la comunidad.
Los familiares de Nápoles también revelaron que él había emigrado desde Cuba a Estados Unidos hace varios años y se había convertido en ciudadano estadounidense. WDRB, un medio local, publicó una fotografía proporcionada por la familia en la que Nápoles aparece orgulloso mostrando su título de doctor en Medicina, obtenido en la ciudad de Santiago de Cuba en 2017. Este aspecto resalta su dedicación a la profesión y su anhelo de contribuir a la sociedad estadounidense.
La Unidad de Integridad Pública del LMPD está llevando a cabo la investigación del caso y ha anunciado que, de acuerdo con el protocolo del departamento, las imágenes de las cámaras corporales utilizadas por los oficiales serán publicadas en un plazo de 10 días tras el incidente. Esta medida busca aumentar la transparencia en el proceso investigativo y proporcionar a la comunidad una comprensión más clara de los eventos que condujeron a la muerte de Nápoles.
El lunes, la Policía de Louisville identificó a los tres oficiales que dispararon sus armas durante el trágico incidente. Los oficiales fueron nombrados como Kendrick Eaves, Matthews Forbes y Garret Schmeltz, quienes ahora están bajo el escrutinio de la investigación. La revelación de sus nombres ha generado un debate sobre la actuación de la policía y las decisiones tomadas en un momento crítico.