Cuba enfrenta una deuda externa de 46,000 millones de dólares, la segunda más alta de América Latina después de Venezuela. Según un análisis exhaustivo realizado por Emilio Morales, presidente y CEO de Havana Consulting Group, el régimen cubano está en una cuenta regresiva y al borde del colapso. Publicado por el think tank Cuba Siglo XX, el estudio revela que las principales fuentes de ingresos del país han caído más del 50% en el último año.
Morales destaca en una entrevista con el periodista Mario J. Pentón que las tres principales fuentes de ingresos de Cuba, la exportación de servicios médicos, las remesas y el turismo, han experimentado una caída significativa desde 2013. «El turismo, anteriormente una industria próspera, se ha desplomado drásticamente, afectando severamente la economía», señala Morales.
El informe subraya que la exportación de servicios médicos, considerada la “gallina de los huevos de oro” del régimen, ha sufrido una pérdida del 54.56%. Según cifras del Parlamento Nacional del Poder Popular, esto se traduce en una pérdida de 2.164 millones de dólares en comparación con el año anterior. La disminución en este sector ha exacerbado el déficit fiscal del país, dejando al régimen con menos recursos para sostener su infraestructura y programas sociales.
Ataque a las Mipymes
El castrismo ha emprendido una ofensiva contra las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), especialmente aquellas no aliadas al régimen. Esta «cacería de brujas» ha limitado las operaciones de muchas Mipymes, obligándolas a cerrar debido a restricciones económicas y aranceles elevados. El economista Ángel Rodríguez Pita resalta que este patrón se ha repetido desde 2016, cuando el régimen comenzó a restringir el cuentapropismo. Estas medidas han sofocado la iniciativa empresarial y la innovación, pilares cruciales para cualquier economía que busca crecer y diversificarse.
Emigración Masiva y Caída de Remesas
La crisis económica ha provocado una ola migratoria masiva, resultando en un 47% menos de remesas enviadas en comparación con 2019. La reunificación familiar ha dejado menos cubanos en la Isla, reduciendo así el flujo de dinero al país. Esta emigración también ha causado una descapitalización significativa de recursos humanos, afectando sectores clave como educación, salud, transporte y justicia. La pérdida de profesionales cualificados ha debilitado aún más la capacidad del régimen para mantener servicios públicos esenciales.
Déficit Financiero y Deuda Externa
Cuba enfrenta una deuda externa de 46,000 millones de dólares, la segunda más alta de América Latina después de Venezuela. A pesar de las renegociaciones y condonaciones de deuda, el régimen no ha podido atraer nuevas inversiones. Las restricciones y persecuciones reflejan un ciclo repetitivo de control autoritario que ahuyenta a los inversores potenciales y agrava la situación económica. La intensificación de la represión y la demonización de los emprendedores impiden cualquier forma de crecimiento económico independiente.
Además, el sistema electroenergético del país está en colapso, con frecuentes apagones que impiden la producción y afectan la vida diaria de los cubanos. Esta crisis energética ha paralizado industrias y ha generado un malestar generalizado entre la población, que ya sufre las consecuencias de una economía en declive.
Morales sugiere que la combinación de estos factores ha creado una situación insostenible para el régimen cubano. Según el análisis presentado, el régimen no tiene los medios para recuperarse de esta crisis multifacética, y su caída es solo una cuestión de tiempo debido a la falta de soluciones viables y apoyo financiero desde el exterior. La falta de perspectivas económicas, sumada a la represión y las políticas restrictivas, está llevando al régimen castrista a un colapso inminente, dejando al país al borde de una transformación radical.