El trágico fallecimiento de Ernesto Figueredo Alarcón, un joven cubano de 23 años, ha conmocionado a la comunidad de Granma y ha desatado una oleada de dolor y controversia. Ernesto perdió la vida después de haber estado casi una semana en estado crítico debido a un disparo en la cabeza, efectuado por un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), conocido como “Chucho”, según informó CubaNet.
El joven había sido ingresado en terapia intensiva en el Hospital General Docente Provincial Carlos Manuel de Céspedes, ubicado en Bayamo, Granma, donde estuvo recibiendo soporte vital desde el pasado viernes. Desde el momento del incidente, Ernesto permaneció en estado de muerte encefálica, conectado a aparatos que mantenían sus funciones vitales. Su familia, devastada, informó del deceso al medio independiente, expresando su profundo dolor y descontento ante la falta de información proporcionada por las autoridades sobre el caso.
El fatídico suceso ocurrió en la casa de Figueredo Alarcón, en el reparto Rosa La Bayamesa. Según declaraciones de la familia, Ernesto y el policía, quien era identificado como amigo cercano de la víctima, se encontraban solos en una habitación cuando se produjo el disparo. No había ninguna discusión o problema entre ellos en ese momento, lo que deja muchas preguntas sin respuesta sobre las circunstancias exactas del accidente.
El agente policial, conocido como “Chucho”, ha sido descrito como una persona con problemas mentales que no debería haber tenido un arma en su poder. Está detenido desde el incidente. “Chucho antes era trabajador de la campaña antivectorial y luego pasó un curso, se hizo policía y le dieron un arma, a una persona que no está en los cinco sentidos. Más anormal es el que lo hizo. Ellos se llevaban bien y aun así le desgració la vida a Ernesto”, dijo Delia Ramírez, una amiga del joven fallecido.
La misma amiga añadió: “De qué forma tan injusta te nos fuiste. Tú no merecías esto… Con toda una vida por delante y te la arrebataron así. Dios mío, nada, nada va a reparar tu pérdida, el dolor tan grande que sentimos todos los que te conocimos”.
Héctor Osorio, amigo cercano de Ernesto, compartió un emotivo mensaje en redes sociales, acompañado de varias imágenes junto a su amigo. “Tu luz brillará por siempre en nuestros corazones. Gracias por haber sido un amigo increíble. Honramos tu vida celebrando los recuerdos que compartimos. Tu partida nos entristece, pero tu legado perdurará a través de nuestros recuerdos y amor eterno. EPD mi amigo”, escribió Osorio.
La familia del fallecido ha negado que el policía tuviera alguna discapacidad. Además, mientras Ernesto permanecía aún con vida, agentes de la PNR y de la Seguridad del Estado se encontraban posicionados en el centro de salud donde estaba internado. Este trágico incidente sigue siendo un tema delicado y controversial, con muchas preguntas aún sin responder y una comunidad en duelo que exige justicia y transparencia.
