A tan solo unos días de las elecciones presidenciales en Venezuela, Nicolás Maduro ha lanzado una advertencia que ha generado preocupación y controversia. Durante un acto transmitido por el canal ‘Venezolana de Televisión’, el presidente venezolano advirtió que si no es reelecto en los comicios, el país podría enfrentar «un baño de sangre» y una «guerra civil fratricida».
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, declaró Maduro en su discurso pronunciado en la Parroquia La Vega, Caracas. Estas palabras han sido vistas como una táctica de intimidación para asegurar su reelección en un momento crítico para el país.
Maduro ha reiterado en varias ocasiones la posibilidad de un enfrentamiento en caso de un resultado electoral desfavorable. La semana pasada afirmó que el país decidirá entre «guerra o paz» en las elecciones presidenciales del próximo domingo. Según él, Venezuela no tomará «cualquier decisión» en las urnas, sino una que definirá «el destino de los próximos 50 años del país». Por ello, ha llamado a sus seguidores a votar por él, asegurando que la celebración será en paz si es reelecto.
«Si le decimos al pueblo, a las fuerzas armadas y las fuerzas policiales que salgan a la calle, entonces habrá una revolución, como en el siglo 20, popular y armada. Será otra revolución, sería inevitable», amenazó Maduro en una entrevista reciente. Esta retórica ha sido criticada por analistas y opositores, quienes la ven como una incitación al conflicto y una estrategia para mantenerse en el poder a toda costa.
Maduro también ha anunciado que, de ser reelecto, firmará un «primer decreto» el 29 de julio para convocar a «un gran diálogo nacional» y «pensar en la Venezuela del futuro». Sin embargo, esta propuesta ha sido recibida con escepticismo por muchos, dado el historial de represión y falta de apertura al diálogo de su gobierno.
Además, Maduro ha acusado a la oposición de intentar provocar «una hecatombe» y «una tragedia» para cambiar «el curso de lo que va a ocurrir». A pesar de sus declaraciones, las encuestas tradicionales e independientes no le dan por ganador. Según un estudio del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG-UCAB) y la encuestadora Delphos, el candidato presidencial Edmundo González Urrutia lidera las intenciones de voto con un 59,1%, mientras que Maduro se sitúa en segundo lugar con alrededor del 25% del sufragio.
El director de Delphos, Félix Seijas, ha argumentado que en cualquiera de los escenarios de participación, alta o moderada, la diferencia entre ambos candidatos se moverá entre el 20% y el 34% a favor de la oposición. Este pronóstico plantea un desafío significativo para Maduro, quien ha mantenido una posición autoritaria y ha sido criticado por la gestión de la crisis económica y social que atraviesa Venezuela.