Desde las 09:00 AM de este miércoles 17 de julio, comenzó la venta de los boletos en el estadio Capitán San Luis de Pinar del Río. Una hora más tarde, se abrieron las puertas para presenciar el sexto juego entre Los Vegueros y Los Leones de Industriales, programado para las 02:00 PM. La expectación era enorme, y no era para menos, ya que se trataba de un enfrentamiento crucial en la Serie Nacional de Béisbol.
Como era de esperarse, el estadio pinareño se llenó de aficionados entusiastas, ansiosos por ver a su equipo luchar por un puesto en la gran final. El béisbol es una pasión en este territorio, y más aún cuando se trata de un partido decisivo contra el equipo insignia de Cuba. La semifinal estaba al rojo vivo, con los pativerdes liderando tres juegos por dos y a un solo triunfo de asegurar su lugar en la final de la Serie Nacional 63.
La gran multitud hizo necesaria una mayor presencia policial en el estadio, algo habitual en eventos de esta magnitud. Sin embargo, lo que debería haber sido un despliegue para garantizar la seguridad se convirtió en un espectáculo de abuso y represión. Las “fuerzas del orden” no dudaron en usar la violencia física contra algunos aficionados, en una demostración de brutalidad que ignoró por completo los derechos civiles.
Es comprensible que controlar una multitud tan grande puede ser un desafío, pero la agresividad y el uso de la fuerza desmedida no son la solución. Los aficionados solo querían disfrutar de un buen juego de béisbol, y hay muchas maneras de organizar la entrada al estadio sin recurrir a la violencia. Todo tiene un límite, y es evidente que las autoridades no saben gestionar adecuadamente este tipo de situaciones en el país.
El incidente en el estadio Capitán San Luis es un recordatorio de que, incluso en eventos deportivos, la gestión de multitudes y la protección de los derechos de los ciudadanos son esenciales. La violencia y la represión no deben ser la norma, y es crucial encontrar formas más efectivas y humanas de manejar la seguridad en eventos de gran envergadura.
