El servicio de los micros Gazzelle, operado por la empresa Taxis Cuba, enfrenta este jueves una parálisis total en La Habana debido a la inestabilidad en el abastecimiento de combustible. Esta situación representa un duro golpe para miles de ciudadanos que dependen de estos vehículos para su transporte diario en la capital.
A través de su página en Facebook, Taxis Cuba informó sobre la situación y recordó cómo operan estos micros. Los vehículos Gazelle suelen abastecerse de combustible durante la noche y la madrugada para poder prestar servicio a la población durante el día siguiente. Sin embargo, debido a la actual crisis de combustible en el país, los puntos de abastecimiento destinados a los vehículos de Metrotaxi han presentado dificultades, impidiendo la cobertura de las rutas habituales.
En su comunicado, la empresa explicó que “esta ha sido la dinámica de trabajo en los últimos tiempos, sin embargo debido a la situación que presenta nuestro país con el combustible, durante las últimas 24 horas se han presentado dificultades con el abastecimiento en los puntos destinados a los vehículos de Metrotaxi, por lo cual no ha sido posible cubrir las rutas en los itinerarios establecidos”.
A pesar de estas dificultades, algunos choferes han logrado garantizar una parte del servicio utilizando la reserva de combustible que les quedaba en los depósitos de sus vehículos. “Somos conscientes de lo importante que es este servicio para la movilidad de la población en la capital cubana, por lo que ofrecemos disculpas a nuestros clientes por esta situación e informamos que pronto el servicio se restablecerá y operará de manera normal”, expresó Taxis Cuba en su comunicado.
La situación del transporte público en La Habana no es nueva y ha ido empeorando con el tiempo. En marzo, la reducción del servicio de los micros Gazzelle ya había generado problemas significativos para la movilidad de la población debido a la persistente crisis de combustible. La crisis del transporte público en Cuba es crítica y se refleja en las cifras de ómnibus que actualmente circulan en la capital: solo 252, mientras que 309 se encuentran fuera de servicio.
El panorama negativo no se limita a La Habana, sino que se extiende a toda la nación. El martes, el gobierno cubano reconoció oficialmente la crisis del transporte, revelando que más de la mitad de las rutas provinciales están paralizadas. Durante una sesión del Parlamento cubano, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, indicó que al cierre de abril, el 52% de las rutas de las empresas provinciales de transporte estaban inactivas.
Rodríguez Dávila explicó que, de las rutas provinciales activas, el 86% opera con solo un viaje en la mañana y otro en la tarde, lo cual es claramente insuficiente para satisfacer las necesidades de transporte de la población. Además, admitió que la situación es particularmente crítica en las provincias de Camagüey, Granma, Villa Clara, Ciego de Ávila, Holguín, Matanzas y Artemisa, donde la parálisis del transporte afecta gravemente la movilidad y la calidad de vida de los habitantes.
El ministro también destacó que las dificultades en el transporte no solo se deben a la falta de combustible, sino también a la escasez de repuestos y la falta de mantenimiento adecuado de los vehículos. Esta combinación de factores ha llevado a una crisis generalizada en el sector del transporte público, exacerbando los problemas de movilidad en todo el país.