Una joven cubana decidió documentar en TikTok lo que se puede adquirir en un mercado de Holguín con 1,000 pesos, ofreciendo una visión cruda de la realidad económica en la isla. Su cuenta, @aprendedorajeje, se convirtió en un testimonio vívido de la inflación y los altos precios que enfrentan los cubanos hoy en día.
En su video, la tiktoker comienza con una exclamación de sorpresa: «Caballero, estoy traumatizada. ¿Cómo que un coco vale 100 pesos? ¿Cómo que 100 pesos? Y ya tú sabes, lo primero que hay que hacer es comprar una jabita buena». Este comentario inicial refleja no solo su asombro sino también el impacto inmediato que los precios tienen en su capacidad de compra.
A medida que continúa su recorrido por el mercado, su frustración se hace más evidente: «Cada vez que yo salgo a comprar yo me insulto, porque aquí los precios parece que están haciendo una competencia para ver cuál sube más rápido. No me da la vida y esto fue lo que pude comprar: 1lb y media de papas 450 pesos, una col 240 y un aguacate 150 pesos. ¿Qué creen?». Este desglose de sus compras pone de manifiesto la disparidad entre el poder adquisitivo y el costo de los productos básicos.
En el post, añade con resignación: «Me guardo 140 cup para la próxima.» Esto resalta cómo, incluso con un presupuesto relativamente limitado, tiene que planificar cuidadosamente sus gastos para futuras compras.
Los seguidores de la joven no tardaron en reaccionar a su experiencia, compartiendo sus propios comentarios y reflexiones sobre la situación económica en Cuba y en otros lugares:
«Bueno con 3 dólares en USA no se compra ni eso» fue una comparación que intentó poner en perspectiva la situación cubana con la de otros países, aunque reflejando también una realidad distinta en términos de poder adquisitivo.
«Como que 100 peso un coco» y «Bastante compraste» fueron reacciones que destacaron el asombro y la incredulidad ante los precios que enfrentan los cubanos diariamente.
Otra usuaria comentó: «Y yo quejándome por ganar 1000 dólares al mes,» mostrando cómo esta experiencia hizo que algunos reconsideraran sus propias situaciones económicas en contextos diferentes.
Algunos señalaron las diferencias regionales dentro de Cuba, como en el comentario: «Eso es en Holguín en los chinos,» sugiriendo que los precios pueden variar dependiendo del lugar específico dentro de la isla.
Finalmente, comentarios como «Bueno aquí con 3 dólares apenas compras un chocolate» pusieron en contraste las experiencias de inflación en otros países, subrayando que, aunque el problema es global, las manifestaciones y consecuencias pueden ser muy diferentes.