El jueves de la semana pasada, la congresista María Elvira Salazar hizo un llamado a los cubanos residentes en la Isla para que descarguen y usen la aplicación de mensajería Delta Chat. Según Salazar, esta aplicación puede ser una herramienta crucial para mantener la comunicación, incluso si el régimen de La Habana restringe el acceso a internet durante protestas masivas. La congresista destacó que Delta Chat puede “utilizar las torres y las señales de telefonía móvil de la propia dictadura” para asegurar que los cubanos “no queden en las sombras”.
Salazar afirmó: “Si el régimen cree que puede permanecer conectado mientras el resto de la gente es silenciada, brutalizada y golpeada, está equivocado. La próxima vez que el pueblo cubano necesite protestar, documentar la injusticia, enviar videos, conectarse unos con los otros, como comenzó el 11 de julio de 2021, o compartir cualquier mensaje con el resto de la comunidad internacional, va a poder hacerlo clara y fuertemente”.
Delta Chat se presenta como una aplicación de mensajería confiable, descentralizada y segura, disponible tanto para plataformas móviles como de escritorio. Sus desarrolladores señalan que “se siente como WhatsApp o Telegram”, pero también puede considerarse “como una aplicación de correo electrónico”. Los usuarios pueden registrarse de forma anónima en una variedad de servidores de chatmail interoperables o usar servidores de correo electrónico clásicos y una cuenta de correo electrónico existente.
No obstante, si la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA) de Cuba privara del servicio de internet a los residentes en la Isla, Delta Chat dejaría de funcionar igualmente. Un equipo de CubaCute Noticias realizó pruebas desde el territorio nacional y pudo comprobar que el régimen ya ha bloqueado la app en el país. “Descargué la app en cuanto me enteré de la noticia el primer día; en ese momento funcionaba bien, pero tres días después no podía comunicarme. Solo se conecta si usas un VPN [red privada virtual] como Psiphon”, dijo un entusiasta de las tecnologías bajo condición de anonimato por temor a represalias.
También verificamos que la aplicación no funciona desde Cuba si se usa la configuración rápida, lo que indica que ETECSA bloqueó los “servidores de chatmail interoperables” que la app usa por defecto. Queda la opción de configurar un servidor de correo manualmente, pero cuando se intentó configurar manualmente el correo Nauta (el servicio de correo electrónico ofrecido por ETECSA), la app respondió con un error de conexión: “No se puede encontrar el servidor”.
Además, Delta Chat no permite que una persona que instaló la app usando la configuración por defecto se comunique con otra que esté usando un servidor cuya seguridad no se pueda comprobar. Esto significa que no se pueden comunicar una persona fuera de Cuba y otra dentro de la Isla que esté usando el correo Nauta, a menos que el contacto escanee un código de invitación que la propia app provee.
Mientras tanto, otras soluciones relacionadas con el servicio de Starlink Direct-to-Cell, que permite que los usuarios se conecten directamente a los satélites sin tener que pasar por una torre terrestre, parecen ser más prometedoras. Sin embargo, para su uso exitoso en la Isla, deberían alinearse una serie de factores que actualmente no están garantizados.
