En medio de una aguda crisis económica, las mujeres cubanas están enfrentando una grave escasez de almohadillas sanitarias, lo que las obliga a recurrir a soluciones rudimentarias como el uso de trapos para suplir sus necesidades menstruales. Esta situación, difícil de imaginar en otras partes del mundo, es una realidad cotidiana en toda la isla de Cuba, según denunció el periodista Mario Vallejo tras entrevistar a varias mujeres del oriente cubano.
Los testimonios de las mujeres indican que los productos íntimos, que deberían estar disponibles regularmente en las farmacias, han desaparecido por completo desde enero de los canales de venta oficiales. Sin embargo, estos productos pueden encontrarse en el mercado negro a precios exorbitantes de hasta 350 pesos por paquete.
“Las dieron en enero y más nunca volvieron a la farmacia”, relatan varias mujeres, que recuerdan que la menstruación ocurre cada mes. Las almohadillas sanitarias que se distribuyen en las bodegas, a precios mucho más bajos, se venden en la calle a 350 pesos el paquete, mientras que en otros lugares los precios pueden llegar hasta los 1,000 pesos por paquete. También está la opción de comprar “dos íntimas por 50 pesos”, menciona una de las afectadas.
Ante esta situación desesperante, algunas mujeres se han visto obligadas a usar trapos en lugar de productos íntimos adecuados. “Cuando no hay, hay que usar trapos”, confesó una entrevistada. Otra mujer expresó que deben resolver “con paños y eso es molesto y desagradable”.
Este problema no solo es una cuestión de comodidad, sino también de salud y dignidad. Las mujeres afectadas indicaron que la falta de productos sanitarios adecuados puede llevar a infecciones y otras complicaciones de salud. Además, la situación pone en evidencia la falta de atención del gobierno cubano hacia las necesidades básicas de su población femenina.
Las soluciones rudimentarias a las que recurren las mujeres no son solo incómodas, sino también inseguras. Los trapos reutilizados pueden albergar bacterias y causar infecciones. “Esto no es solo molesto, es peligroso para nuestra salud”, señaló una de las entrevistadas. La escasez de productos sanitarios adecuados agrava aún más la situación de las mujeres cubanas, que ya enfrentan múltiples desafíos en su vida diaria.
La falta de acceso a productos básicos como las almohadillas sanitarias refleja una crisis más amplia en el sistema de suministro de Cuba. Los problemas de abastecimiento no se limitan a los productos íntimos, sino que afectan a una variedad de bienes esenciales. “No es solo esto, es todo. Falta comida, falta medicina, falta todo”, comentó una mujer entrevistada.
El mercado negro, aunque ofrece una alternativa, no es una solución viable a largo plazo debido a los altos costos y la falta de regulación. Las mujeres que pueden permitírselo gastan una parte considerable de sus ingresos en productos básicos que deberían ser accesibles a todos. “Estamos gastando todo nuestro dinero solo para sobrevivir”, expresó otra entrevistada.
El periodista Mario Vallejo, quien ha documentado la situación, subrayó la urgencia de resolver esta crisis. “Es inaceptable que en pleno siglo XXI las mujeres cubanas tengan que recurrir a soluciones del siglo pasado para una necesidad básica”, afirmó. Vallejo instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas para asegurar el suministro regular de productos sanitarios en las farmacias y tiendas.