Aunque había incursionado en la televisión y hasta en el cine antes de aparecer en «¿Jura decir la verdad?», fue su personaje de Marieta Pozo Alegre el que catapultó a esta habanera a la popularidad. Este papel emblemático la convirtió en un rostro conocido y querido en toda Cuba, destacando su talento y carisma en la pantalla.
Nacida en Marianao, Carmen Daysi dio sus primeros pasos en el mundo del arte a través de la danza. Sin embargo, esta carrera inicial no sería su destino final, ya que pronto abandonaría la danza para dedicarse por entero a la actuación, encontrando en este campo su verdadera vocación y pasión.
De la mano del director Lilo Vilaplana, Carmen Daysi hizo su entrada a la pequeña pantalla como conductora del programa infantil «Dando vueltas». Esta experiencia en la televisión infantil le permitió desarrollar sus habilidades y ganar confianza frente a las cámaras. En 1993, formó parte del elenco de la película «El Plano», un largometraje de ficción dirigido por Julio García Espinosa, que marcó un hito en su carrera cinematográfica.
Aunque ya era una cara conocida, su llegada al estelar humorístico creado por Ulises Toirac consolidó su fama. En este programa, Carmen Daysi se mantuvo hipnotizando a toda Cuba hasta que decidió emigrar, una decisión que creó un vacío en el espacio al que los espectadores tardaron en acostumbrarse. Su ausencia dejó una marca indeleble en el panorama humorístico cubano.
Con un contrato de trabajo, Carmen Daysi salió de Cuba hacia México, donde se reunió con su madre y su hijo Robin, fruto de su relación con el músico cubano Robertico Carcassés. Este movimiento fue un paso significativo en su vida personal y profesional. La actriz tenía 33 años cuando arribó a Estados Unidos, donde más tarde nacería su segundo hijo, Jean Marcos.
En Estados Unidos, Carmen Daysi continuó su carrera en varios proyectos de la televisión hispana. Participó en la sitcom «Mi primo en Miami» y en «Happy Hour» del Canal 41. Además, su presencia en tertulias y programas de entrevistas ocasionales mantuvo su conexión con el público y su relevancia en los medios de comunicación hispanos.
A pesar de su éxito en los medios, sin duda apuntalado por su exuberante belleza, Carmen Daysi decidió redirigir su carrera hacia los bienes raíces. “Cuando eres tu propio jefe, todo cambia, eso te da autonomía”, ha reiterado con insistencia. Esta transición a los bienes raíces le permitió explorar nuevas oportunidades y desafíos, manteniendo su independencia y control sobre su carrera.
Junto a su incursión en el negocio inmobiliario, Carmen Daysi se ha mantenido vinculada a los medios y, específicamente, a las nostalgias de los cubanos. Su presencia continúa siendo un puente entre su pasado en Cuba y su presente en Estados Unidos, conectando con la comunidad cubana a través de su trabajo y sus apariciones públicas.
