En el corazón del Vedado, La Habana, se encuentra una majestuosa mansión construida en honor al fallecido líder comunista Fidel Castro Ruz. Este centro, abierto al público, desvela un despliegue de recursos destinados a perpetuar la memoria de Castro, a pesar de que oficialmente se decía que no quería culto a su personalidad tras su muerte.
El centro está dedicado al estudio y difusión del pensamiento, la obra y la vida de Fidel Castro, quien gobernó Cuba durante más de medio siglo. Situado en una de las principales avenidas de la ciudad, este espacio es un reflejo del impacto duradero de su figura en la isla caribeña.
La mansión, construida a fines del siglo XIX, fue inicialmente propiedad de una familia acaudalada. Tras el triunfo de la Revolución en 1959, la casa fue expropiada por el gobierno y utilizada para diversos fines, incluido un centro de detención de menores. En 2018, la mansión fue sometida a una restauración exhaustiva y finalmente inaugurada en noviembre de 2021 como un renombrado centro cultural.
El Centro Fidel Castro Ruz, ubicado en la calle Paseo, ha pasado por una meticulosa restauración. Las edificaciones que lo componen poseen un alto valor patrimonial, lo que requirió un riguroso proceso de reparación acorde con las regulaciones urbanas del centro histórico de La Habana Vieja. La mansión, que abarca una hectárea y cuenta con nueve salas sociales, un anfiteatro, una sala de exposiciones y más, ha sido restaurada para preservar su estado constructivo y sus valores arquitectónicos.
Ahora señalada con el número 707 en la calle 11, la casa funciona como un centro cultural. Entre sus áreas destacan las agroecológicas y una sala multifuncional equipada para proyecciones en 3D. Sin embargo, debido a restricciones energéticas, solo el 50% de las instalaciones están en funcionamiento actualmente.
El centro alberga una vasta colección de obsequios recibidos por Fidel Castro a lo largo de su vida, cada uno dispuesto con una intención específica. Además, el archivo fotográfico cuenta con más de 20,000 imágenes de su figura, destacando aspectos socioeconómicos que el líder revolucionario consideraba cruciales para Cuba.
La historia de la mansión se remonta a 1903, cuando fue adquirida por Emilia Borges Hernández y posteriormente heredada por sus descendientes. Tras la Revolución de 1959, el inmueble fue expropiado por Fidel Castro y utilizado para diversos fines hasta su reciente transformación en un centro cultural.
El Centro Fidel Castro Ruz no solo se destaca por su contenido histórico, sino también por su seguridad. Con cámaras y muros rodeando toda la manzana, la protección es una prioridad. Los visitantes pueden disfrutar de un recorrido cronológico por la vida y obra de Fidel, guiados por expertos que proporcionan un enfoque detallado de su lucha y logros, aunque la vida personal de Fidel no se aborda extensamente.
La creación del centro ha sido objeto de debate. A pesar de los deseos expresados por Fidel Castro antes de su muerte de que ninguna calle o monumento llevara su nombre, el gobierno decidió establecer esta institución. Los costos de la obra permanecen desconocidos, aunque el Estado ha asegurado que los fondos provienen de terceros países.
A medida que el centro continúa recibiendo visitantes, especialmente estudiantes y extranjeros, su impacto cultural sigue creciendo. Con áreas en proceso de restauración y mantenimiento, se espera que el Centro Fidel Castro Ruz siga siendo un punto de referencia en La Habana, pues así lo impulsa el gobierno como parte del turismo político que muchos visitantes están interesados en realizar cuando llegan a la Isla caribeña, el último reducto del comunismo duro en el hemisferio occidental.