El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue evacuado del escenario este sábado durante un mitin en Butler, Pensilvania, tras un aparente atentado. Trump había estado hablando por unos minutos cuando se escucharon lo que parecían ser pequeñas explosiones, similares a disparos lejanos. Inmediatamente, Trump se llevó la mano derecha a la cara, como si hubiera recibido un impacto, y se desplomó. Los agentes del Servicio Secreto lo evacuaron rápidamente.
Hasta el momento, se desconoce el alcance de lo ocurrido y no ha trascendido información precisa. Trump llevaba solo unos minutos hablando, tras haber empezado el mitin con un considerable retraso. Policías fuertemente armados subieron al escenario entre los gritos del público, que también trataba de protegerse.
El expresidente se retiró del escenario con algo de sangre en la cara, levantando el puño y rodeado por agentes del Servicio Secreto, pero en aparente buen estado. Los asistentes, miles de personas, fueron evacuados del recinto donde se desarrollaba el mitin. Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona, calificándola de “escena del crimen”.
La seguridad de los expresidentes corresponde al Servicio Secreto. Trump tiene asignada una amplia escolta que lo acompaña a todas partes. Sus mítines se celebran bajo fuertes medidas de seguridad, con registros exhaustivos a la entrada. No está claro si los disparos, en caso de serlo, provenían de dentro o fuera del recinto del mitin, que se celebraba al aire libre.
El mitin era el último que daba el expresidente antes de la convención republicana que se reunirá la próxima semana en Milwaukee, Wisconsin, para certificar su candidatura a la presidencia por parte del Partido Republicano.
Este incidente subraya las crecientes tensiones y peligros en el actual clima político polarizado de Estados Unidos. La rápida respuesta del Servicio Secreto y de las fuerzas del orden evitó una posible tragedia mayor y aseguró la protección del expresidente Trump y de los asistentes al mitin.
Las circunstancias exactas del incidente aún están siendo investigadas. El Servicio Secreto anunció en un comunicado que Trump está a salvo y que se tomaron medidas para su protección. Agregaron que se está llevando a cabo una investigación y que se divulgará más información cuando esté disponible. La campaña de Trump, por su parte, indicó que el expresidente se encuentra «bien» y está siendo «examinado» en un centro médico local. «El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los servicios de emergencia su rápida acción durante este atroz acto», señaló el portavoz Steven Cheung.
Los testigos del evento describieron el caos que siguió al sonido de los disparos. Un asistente, Jason, declaró a la BBC haber escuchado una ráfaga de cinco disparos. “Vimos al Servicio Secreto saltar hacia Trump para protegerlo. Todos en la multitud se agacharon rápidamente», dijo. Otro testigo, Tim, explicó que había un «aluvión» de disparos y que parecía que algo había golpeado las líneas hidráulicas del equipo de sonido. Greg, otro testigo, aseguró que vio a un hombre en lo alto de un tejado con un rifle, y que avisó a la policía antes de que se escucharan los disparos.
La reacción de la comunidad política ha sido de condena unánime. El presidente Biden, desde su estado natal de Delaware, fue informado sobre el incidente. Políticos de ambos partidos condenaron el aparente ataque. El gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, afirmó que «la violencia dirigida contra cualquier partido político o líder político es absolutamente inaceptable». El exvicepresidente Mike Pence declaró que él y su esposa estaban orando por Trump e instó a «todos los estadounidenses a unirse a nosotros». El líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también expresó su solidaridad: “Mis pensamientos y oraciones están con el expresidente Trump. Estoy agradecido por la respuesta decisiva de las fuerzas del orden. Estados Unidos es una democracia. La violencia política de cualquier tipo nunca es aceptable”.
