Locutor Frank Abel confiesa que cuando vivía en Cuba fue sumido por el alcoholismo y perdió el trabajo en mucho programas de televisión por esta causa

Redacción

Esta semana se hizo público el contrato que Frank Abel, el locutor cubano, acaba de firmar con el podcast “Destino Tolk”. Sin embargo, su incorporación a este colectivo viene con algunas reglas específicas que deberá cumplir, y a raíz de ello, Frank Abel hizo varias confesiones sobre su vida personal.

Destino Positivo, el influencer dominicano y uno de los conductores del programa, explicó que esta es una oportunidad para que Frank Abel desarrolle su carrera en Miami, haga lo que le gusta y agradezca a aquellos que han confiado en él y lo han apoyado. Además, Destino Positivo le instó a demostrar a sus detractores quién es realmente. “Tú con tu trabajo tienes que demostrarles a esas personas quién eres tú”, le dijo.

Frank Abel señaló que sus principales motivaciones para embarcarse en esta nueva etapa son su familia, especialmente su madre, y el público que valora su trabajo. “El mismo propósito que yo tuve cuando entré en la radio con 11 años es el mismo que tengo ahora aquí en Destino, simplemente, dar lo mejor que yo pueda dar para la gente”, expresó.

Destino Positivo, en su rol de mentor y jefe, le impuso una serie de condiciones claras. La primera es no mostrarse frágil ante el público y las personas que tienen programas: “A partir de ahora yo no quiero que tú te muestres frágil ante el público y ante algunas personas que tienen programas (…) No quiero que muestres debilidad ante nadie, quiero que la gente vea un tipo nuevo (…) Aquí hay que sobrevivir, aquí el más débil se jode, al que la gente ven frágil lo joden. En esta empresa no aceptamos debilidad, aquí nosotros aceptamos personas trabajadoras”.

En el contexto de las críticas que ha recibido Frank Abel, donde se le ha tildado de drogadicto, alcohólico y problemático, Destino Positivo dejó claro que su empresa no puede aceptar a personas que se droguen o sean un mal ejemplo en la calle: “De tu conducta depende tu trabajo y tu crecimiento”.

Frank Abel, en una muestra de sinceridad, confesó: “Yo fui alcohólico, yo perdí programas en Cuba no por chivatón, ni por decirle nada malo a mis compañeros, sino por emborracharme y quedarme dormido y no ir, y yo fui en un momento determinado no confiable para directores de radio y de televisión. Yo lo asumo, yo tuve comportamientos violentos referentes al alcohol”. Añadió que dejó la bebida tras hacer una promesa a San Lázaro y emigrar a Estados Unidos.