Hoy, 11 de julio, no es un día cualquiera. Para muchos cubanos, esta fecha se ha convertido en un símbolo de resistencia y valentía. Hace tres años, miles de ciudadanos cubanos salieron a las calles a gritar “LIBERTAD”, “Patria y Vida”, y “Abajo la dictadura”. Fue una jornada histórica en la que, por primera vez en décadas, el pueblo cubano se unió en una protesta masiva y espontánea, sin liderazgos impuestos, sin consignas obligadas, sin coacción.
Aquellos valientes del 11 de julio de 2021 nos mostraron que el espíritu de lucha sigue vivo en Cuba. Nadie les pagó, nadie los mandó, nadie los obligó. Salieron porque sentían la necesidad imperiosa de gritar al mundo lo que habían callado durante tantos años. Fue una jornada de dignidad y coraje, donde la voz del pueblo se alzó en un clamor unísono por la libertad y la justicia.
Sin embargo, la respuesta del régimen no se hizo esperar. La dictadura de Díaz-Canel desplegó a sus esbirros para reprimir con violencia a los manifestantes pacíficos. Mientras los valientes cubanos exigían sus derechos, los represores, muchos de los cuales ahora disfrutan de la libertad en países que tanto critican, golpeaban a sus propios compatriotas. Esta hipocresía y maldad quedó expuesta, mostrando una vez más la falta de escrúpulos de un régimen que no duda en venderse por muy poco.
En estos días, las redes sociales se han llenado de mensajes recordando aquel histórico 11 de julio. Los cubanos dentro y fuera de la isla comparten sus recuerdos y renuevan su compromiso con la lucha por una Cuba libre. Los operativos policiales han aumentado, los activistas y periodistas independientes están bajo vigilancia, y las medidas represivas se han intensificado. El régimen está nervioso, intentando por todos los medios evitar que se repita otro estallido como el de hace tres años.
Hoy, la represión se ha hecho sentir de nuevo. El doctor Fernando Vázquez ha sido víctima de hostigamiento por parte de los esbirros del régimen, simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresión. En Cienfuegos, un ciudadano ha sido amenazado en su propia casa por oficiales del régimen. Estas acciones represivas muestran el temor del gobierno a que el pueblo vuelva a alzarse en busca de sus derechos.
A pesar de la represión, el espíritu de lucha sigue vivo. En Miami, Madrid y otras ciudades del mundo, los exiliados cubanos se manifiestan en apoyo a sus compatriotas en la isla. La comunidad internacional, aunque muchas veces ha dado la espalda a la causa cubana, no puede ignorar el clamor por la libertad que resuena cada vez más fuerte.
Cuba debe aprender de aquel gran día. Debemos aprender todos. Los que reprimieron y los que se dejaron reprimir. Aprender que la lucha por la justicia, la verdad y la libertad es necesaria. Aprender que la próxima vez que salgamos a las calles, estaremos más preparados, más unidos, y no descansaremos hasta que nuestros derechos sean restituidos.
Hoy, 11 de julio, recordamos con orgullo y determinación a los valientes que alzaron su voz por una Cuba libre. La lucha continúa, y no descansaremos hasta que la libertad y la justicia sean una realidad para todos los cubanos. ¡Viva el 11 de Julio! ¡Patria y Libertad!
