La crisis económica que asola a Cuba afecta a los ciudadanos incluso después de la muerte, como lo demuestra el reciente caso de un fallecido en el poblado de La Estrella, en el municipio Buey Arriba, provincia de Granma. Según denunció Olenmis Miranda, su tío permaneció más de 24 horas en el portal de su casa, esperando un transporte y un ataúd para el proceso de las honras fúnebres, mientras el cuerpo ya mostraba signos de descomposición. Las autoridades responsables de los Servicios Comunales no proporcionaron una solución adecuada para su entierro.
Miranda compartió en Facebook una publicación que rápidamente se volvió viral, mostrando una imagen del cadáver cubierto con una sábana y flores mientras esperaban un transporte. “Amigos míos, ayúdenme a compartir esta publicación. Mi tío desde ayer está muerto. Ya está reventado, tiene mucho mal olor y no hay caja ni transporte en qué llevarlo a enterrar. Ayúdenme”, escribió en su cuenta personal.
En una actualización posterior, Miranda agradeció a quienes mostraron preocupación por el caso y aclaró que su tío se había suicidado, responsabilizando a la trabajadora social encargada de su atención. Según Miranda, la trabajadora social amenazaba con quitarle la chequera si no vivía solo, a pesar de su discapacidad visual y de un brazo.
A medida que el caso ganaba notoriedad y algunos lo acusaban de falsedad, Miranda reafirmó la veracidad de sus denuncias, declarando que todo estaba ocurriendo tal y como lo había contado, pues “no soy de publicar falsedades”.
Las reacciones de la comunidad fueron de indignación y tristeza. Decenas de internautas calificaron la situación como una “falta de respeto” y expresaron que ni en la muerte se puede encontrar la paz en Cuba, una conclusión recurrente en situaciones similares.
Uno de los casos más recientes y notables fue el del actor Carlos Massola, cuya familia esperó más de siete horas por un carro fúnebre para trasladar su cuerpo. Una vez en la funeraria, las autoridades se negaron a cremar el cuerpo por considerar que excedía las dimensiones del crematorio. Luego de otra larga espera, finalmente se ejecutó la última voluntad del actor y su cuerpo fue cremado.
La crisis económica que atraviesa Cuba ha tenido un impacto devastador en múltiples sectores, incluyendo los servicios fúnebres, esenciales para garantizar un mínimo de dignidad en la muerte. El régimen castrista ha demostrado una preocupante incapacidad para gestionar los recursos básicos necesarios para el entierro de sus ciudadanos, dejando a las familias en situaciones de desesperación e impotencia.