Con una considerable presencia en redes sociales, acumulando casi 400 mil seguidores en Facebook y más de 150 mil en Instagram, la actriz y presentadora cubana Edith Massola ha sido objeto de críticas por no dedicar ninguna publicación al fallecimiento de su primo, el actor Carlos Massola.
Un usuario en redes sociales expresó su descontento, diciendo: “Este es el Instagram de Edith Massola, ni un post dedicándole unas palabras a su primo, ‘fallecido’ de una forma muy extraña. Increíble, después nos critican a los que nos fuimos, que somos poco familiares y que ‘hemos cambiado mucho’. No hay nada más lindo que un día detrás de otro”.
Recordando las últimas declaraciones públicas de Carlos Massola, algunos han señalado el distanciamiento entre los primos. En una entrevista con CubaNet a finales del año pasado, Carlos comentó sobre su relación con Edith: “No se ocupa de mí. La llamo al celular y no responde. Y la quiero, pero no quiere saber nada de mí”. Carlos también teorizó que este alejamiento podría deberse a su postura crítica con el gobierno cubano, sugiriendo que Edith podría tener miedo de hacer contacto con él debido a sus opiniones políticas.
Contrariamente, Edith ha trabajado estrechamente con las autoridades culturales del país durante décadas y conduce un programa destacado en la televisión nacional. Además, ha hecho pública su amistad con la no primera dama Lis Cuesta y otros funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Las hijas de Edith, Paula y Natalia Massola, tampoco mencionaron el fallecimiento de Carlos en sus redes sociales. Natalia, de hecho, compartió historias celebrando su cumpleaños un día después de la muerte de su tío, lo que también generó críticas.
Un usuario comentó en la última publicación de Edith: “Parece que no se ha enterado de la muerte de su familiar y además compañero de trabajo”. En una entrevista reciente, Edith comentó sobre su experiencia con las redes sociales, señalando que ha tenido “experiencias no muy positivas” y que a veces estas plataformas “pueden ser muy manipuladas y tergiversar las informaciones y la vida de los que se exponen al utilizarlas”.
Carlos Massola, por su parte, usaba activamente las redes sociales para denunciar la crisis en Cuba y los problemas que afectaban a su familia y hogar. Tras su fallecimiento, su hija y madre tuvieron que esperar cerca de siete horas por la recogida de su cuerpo, reflejando una vez más las dificultades y la indiferencia que enfrentó en vida y en su muerte.
