La decadencia de la televisión cubana se hizo evidente este lunes cuando, en medio de una entrevista realizada a la cantante Annie Garcés, conocida por su defensa del régimen y su tema «Patria o Muerte por la Vida», se apagaron parte de las luces de la escenografía. Este inesperado fallo dejó perplejos tanto a los invitados como al conductor del programa En Tiempo Real.
“¿Estamos, sí?”, fue lo único que atinó a decir Garcés cuando se quedó en penumbras, sin saber si debía continuar hablando. De fondo se escuchó la voz, presuntamente del coordinador, que expresó: “Todos acá”, indicando que la transmisión en vivo continuaba. El conductor intentó salvar la situación, dándole un pie forzado a Garcés para que siguiera hablando.
En el momento del corte de las luces, Garcés estaba hablando de un tema musical que compuso y dedicó a la editorial Casa Editora Abril, que cumplió 45 años ese lunes. La otra invitada, Aracelis Bedevia, directora de la Revista Pionero, también se quedó perpleja cuando se apagaron las luces.
Este incidente no es un hecho aislado en la televisión cubana. En mayo, durante un pase en vivo desde los estudios centrales de Canal Caribe, donde se realiza la Revista de la mañana Buenos Días, una transmisión se vio afectada por un audio filtrado. La conductora del espacio informativo dio entrada al enlace en vivo con el periodista Bernardo Espinosa, quien se encontraba en el Ministerio de Energía y Minas debido a la grave situación energética que vive el país. Justo cuando Espinosa saluda, se escuchan las palabras filtradas: “No me des más esa mier*** de pan”. Sin embargo, la transmisión continuó sin contratiempos.
Meses antes, en febrero, otra situación bochornosa se produjo cuando una cucaracha se paseó desenfadadamente por el set donde se televisaba en vivo la emisión estelar del Noticiero de la Televisión Cubana. La intrépida apareció justo en el momento en que el máster Argelio Fernández, director de Hidrología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, hacía una actualización sobre la situación hidrometeorológica del país.
Estos incidentes reflejan la precariedad y los problemas técnicos recurrentes en la televisión cubana. La falta de recursos y el mantenimiento deficiente de los equipos han llevado a situaciones embarazosas que socavan la credibilidad y la profesionalidad de los medios de comunicación en la isla.
La situación de la televisión estatal cubana no solo evidencia fallos técnicos, sino también la desconexión con una audiencia cada vez más crítica y exigente. Los espectadores, habituados a consumir contenidos de alta calidad y producción en otras plataformas, encuentran en estos deslices una confirmación de la decadencia de los medios tradicionales en Cuba.
La reacción de Annie Garcés y los intentos del conductor por mantener la compostura durante el apagón de luces son un reflejo de la improvisación y la falta de previsión que caracterizan muchos programas en vivo en la isla. Estos episodios ponen de manifiesto la necesidad urgente de una renovación tanto en infraestructura como en la gestión de los medios de comunicación cubanos.