Régimen cubano advierte que los ciudadanos que renuncien a su ciudadanía serán tratados como extranjeros una vez arriben a la isla: “A partir de su renuncia no tendremos ninguna responsabilidad con ellos”

Redacción

El proyecto de ley de Ciudadanía publicado este lunes por la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (ANPP) introduce la posibilidad de que los cubanos con una segunda nacionalidad y residentes en el exterior puedan renunciar a su ciudadanía cubana. Esta publicación ha generado una intensa conversación en redes sociales, donde usuarios, medios independientes y expertos analizan las implicaciones de esta propuesta legislativa.

Uno de los temas más debatidos es la renuncia a la nacionalidad cubana, un asunto que ha sido una constante en el imaginario colectivo de los exiliados cubanos. Muchos cuestionan la obligatoriedad de entrar al territorio nacional como ciudadanos cubanos, una condición que les sujeta al ordenamiento jurídico vigente del régimen cubano, incluyendo posibles penas de cárcel por ejercer derechos como la libre expresión y manifestación.

Dada esta situación, numerosos exiliados cubanos han demandado la posibilidad de renunciar a la ciudadanía cubana, expresando su deseo de viajar a Cuba como ciudadanos extranjeros para no estar sujetos a la legislación nacional ni a sus regímenes sancionadores.

Actualmente, la Ley No. 1312, “Ley de Migración”, de 20 de septiembre de 1976, modificada por el Decreto-Ley No. 302 de 2012, regula los procedimientos relacionados con la adquisición, pérdida y recuperación de la ciudadanía cubana. El nuevo proyecto de ley de Ciudadanía presentado ahora por el régimen cubano incluye lo regulado por el Decreto-Ley No. 302 en relación a la ciudadanía cubana. Según el primer coronel Mario Méndez Mayedo, jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del MININT, la novedad radica en que el Estado “tiene que aceptar la renuncia” si el solicitante cumple con los requisitos previstos en la Ley.

Con la nueva Ley, el interesado tendría que presentar una solicitud formal de renuncia desde el exterior, estando en posesión de otra nacionalidad. Si se cumplen los requisitos exigidos, según Méndez Mayedo, “el Estado cubano tiene que aceptar esa renuncia”. La solicitud solo se admite cuando se realiza desde el exterior, y al renunciar a la ciudadanía cubana, el solicitante pasa a ser considerado extranjero por el Estado cubano.

El oficial del MININT subrayó repetidamente la “alta responsabilidad” que implica la solicitud de renuncia de ciudadanía. Explicó que una vez aprobada la renuncia, el Estado cubano no tiene ninguna responsabilidad con la persona, quien será tratado como extranjero al visitar Cuba, y se le aplicarán las leyes correspondientes a los extranjeros.

El proyecto de Ley también regula otros conceptos importantes como la “ciudadanía efectiva”, la “adquisición de la ciudadanía cubana” y la “pérdida de la ciudadanía cubana, ya sea por privación o renuncia”. Para iniciar el proceso de renuncia, el solicitante debe cumplir con varias condiciones, como ser mayor de 18 años, no tener deudas con el Estado cubano o sus instituciones, y no estar cumpliendo sentencia penal de privación de libertad o estar perseguido por la comisión de un delito en el territorio nacional o en el extranjero.

La documentación necesaria para iniciar el proceso incluye:

  • Una declaración jurada otorgada ante Notario Público formalizando la solicitud de renuncia.
  • La certificación de ciudadanía de otro país, expedida por la autoridad correspondiente.
  • Una certificación de residencia en el país donde se encuentre el consulado en el que se presenta la solicitud.
  • Una certificación de antecedentes penales y policiales de la República de Cuba y del país en que tenga fijada su residencia.
  • Una certificación emitida por las autoridades correspondientes, donde conste que no tiene deudas con el Estado cubano o sus instituciones.

Esta propuesta legislativa podría representar un cambio significativo para muchos cubanos en el exterior que desean renunciar a su ciudadanía cubana. Sin embargo, el proceso implica varios requisitos y trámites que deben cumplirse para que la renuncia sea aceptada. La publicación del proyecto de ley ha provocado diversas reacciones, y su implementación y efectos serán observados de cerca tanto por la comunidad cubana en el exterior como por los ciudadanos dentro de la isla.

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