El Director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Francisco Durán, admitió este miércoles que el país enfrenta una escasez de combustible que impide la fumigación contra los mosquitos, justo cuando la presencia del virus Oropouche está en aumento en Cuba.
En una reciente conferencia de prensa, el reconocido doctor mencionó que esta enfermedad, identificada por primera vez en la isla durante la semana que concluyó el 31 de mayo, ha sido detectada principalmente en áreas suburbanas y rurales, según reportó el medio Juventud Técnica.
El virus Oropouche se transmite a través de mosquitos del género Culex, los cuales están ampliamente distribuidos por todo el país y se reproducen en cualquier cuerpo de agua, complicando su control.
Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre alta, dolores de cabeza y articulaciones, malestar general, vómitos y diarreas. Estas manifestaciones se diferencian del dengue principalmente por la duración de los síntomas.
Durán señaló que actualmente existen limitaciones en cuanto a combustible e insecticidas, lo que afecta las campañas de fumigación contra los mosquitos. “Se están priorizando las acciones de lucha antivectorial y controles de foco en las áreas donde se han detectado casos positivos de Oropouche o dengue; pero no hay combustible para fumigar”, aclaró.
El virus Oropouche, que este año ha circulado en algunos países de la región, incluyendo Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, nunca antes se había detectado en Cuba.
Ante esta situación, las autoridades de salud están enfocando sus esfuerzos en medidas preventivas y de control en las zonas afectadas. Durán enfatizó la importancia de la cooperación de la comunidad para eliminar los criaderos de mosquitos y reducir la propagación del virus.
El director subrayó que, aunque la falta de recursos limita las fumigaciones masivas, se están implementando otras estrategias de control vectorial. Estas incluyen la utilización de larvicidas y la promoción de prácticas de saneamiento básico en las comunidades.
Durán también mencionó que se está trabajando en la educación y sensibilización de la población sobre la importancia de mantener limpios los entornos y eliminar cualquier posible criadero de mosquitos. “La participación comunitaria es esencial para controlar esta enfermedad”, insistió.
Además, destacó que se están explorando alternativas para obtener los recursos necesarios para la fumigación, incluyendo posibles colaboraciones internacionales y el uso de tecnologías más eficientes en el uso de combustibles.
