Venezuela utilizará flota de tanqueros “invisibles” para aumentar el envío de petróleo a Cuba

Redacción

La petrolera estatal venezolana, PDVSA, ha comenzado a utilizar tanqueros que navegan fuera del radar para abastecer a Cuba, una medida que ha ganado protagonismo debido a la reducción de la flota de embarcaciones estatales que históricamente han cubierto esta ruta. Según documentos y servicios de monitoreo de barcos consultados por Reuters, hasta el momento, Cuba y su principal proveedor de petróleo, Venezuela, habían utilizado casi exclusivamente sus propios buques para navegar entre los dos países, especialmente los tanqueros pertenecientes al conglomerado empresarial de los militares cubanos, GAESA.

Reuters informó que retrasos en el mantenimiento han dejado algunos barcos fuera de servicio, y el resurgimiento de México como proveedor de Cuba, utilizando algunos de los mismos tanqueros, ha hecho que los buques disponibles sean insuficientes. Además, gran parte de las flotas de embarcaciones propiedad de Venezuela y Cuba están bajo sanciones de Estados Unidos, lo que limita sus viajes. Operados por terceros, los tanqueros de la “flota oscura” a menudo carecen de seguro en Occidente y envían señales de ubicación falsas para disfrazar sus movimientos.

Los barcos de GAESA también suelen apagar sus localizadores satelitales durante períodos extensos. En junio, PDVSA comenzó a embarcar crudo y fuel oil, que entrega en parte en aguas cubanas, mientras que los volúmenes restantes continúan su ruta hacia destinos en Asia, según documentos marítimos de la compañía citados por Reuters. Los buques alteran su señal, haciéndolos parecer que están en otras áreas del Caribe mientras descargan en Cuba, a menudo mediante transferencias de barco a barco, según el servicio de monitoreo TankerTrackers.com y una fotografía satelital de Planet Labs vista por Reuters.

Uno de los tanqueros, el Neptune 6, con bandera de Panamá, estuvo recientemente cerca de la bahía de Nipe, en Cuba, transfiriendo crudo pesado y fuel oil venezolano al buque Esperanza, con bandera de Cuba, según documentos y fotografías analizados por TankerTrackers.com. Sin embargo, el transmisor del barco indicaba una ubicación al norte de Curazao desde finales de mayo, según datos del servicio de análisis corporativo LSEG.

A pesar de las consultas, PDVSA y los ministerios de Relaciones Exteriores de Venezuela y Cuba no han ofrecido comentarios al respecto. No quedó claro de inmediato si el uso de buques de terceros para abastecer a Cuba es temporal. Los buques adicionales podrían ayudar a impulsar el suministro de petróleo venezolano a Cuba, que en lo que va del año se sitúa en unos 27,000 barriles por día (bpd), frente a los 51,500 bpd del mismo periodo de 2023.

Además del petróleo venezolano, Cuba ha estado recibiendo cargamentos de México, que se reanudaron este mes, así como de otros proveedores puntuales. Sin embargo, las autoridades de la estatal Unión Eléctrica de Cuba han estado reportando escasez de combustible para la generación de energía. El gobierno atribuye el problema a dificultades logísticas para distribuir el combustible, pero persiste la opacidad en torno a la disponibilidad de este recurso.

Cuba no ha podido recuperar completamente su capacidad de almacenamiento de petróleo desde que un devastador incendio destruyó la terminal de supertanqueros de Matanzas en agosto de 2023. La falta de tanques obliga a algunos proveedores a transferir cargamentos a otros barcos utilizados por Cuba como almacenamiento flotante.

El uso de la “flota oscura” o “invisible” es una práctica de larga data para encubrir el transporte y la venta de petróleo sancionado por Estados Unidos desde Venezuela e Irak, pero su auge llegó después de la invasión rusa de Ucrania. Para penalizar a Moscú, Estados Unidos y sus aliados sancionaron las exportaciones de petróleo de Rusia, lo cual provocó un aumento en el volumen de embarcaciones que evadían la identificación. Una “flota oscura” más grande es extremadamente beneficiosa para la Venezuela de Nicolás Maduro, cuyas exportaciones petroleras volvieron a ser sancionadas por Washington tras unos breves meses de levantamiento del veto.

La “flota oscura” utiliza diversas técnicas engañosas para evitar que los buques petroleros sean identificados o rastreados. Estas incluyen apagar el sistema de identificación de la embarcación, falsificar su ubicación y usar múltiples banderas de conveniencia durante períodos cortos.

Rusia también ha realizado envíos de petróleo a Cuba ocultando el punto de origen del cargamento. A fines de mayo, el buque petroquímico Caesar, con bandera de Liberia, llegó a La Habana con un cargamento aproximado de 266,000 barriles de combustible, tras presuntamente partir de Malta, donde estuvo apenas 14 horas procedente de Grecia y antes de Tuapsé, un importante puerto de aguas profundas de Rusia en el mar Negro, conectado a un oleoducto y donde está ubicada una refinería de la petrolera estatal rusa Rosneft.

En abril, el buque petroquímico Nordic, también con bandera de Liberia, arribó a Matanzas con un cargamento de aproximadamente 60,000 toneladas de petróleo, después de realizar un trayecto elusivo similar al del Caesar, que comenzó en el puerto ruso de Ust-Luga.