Este lunes, un activista extranjero posó semidesnudo y en tacones con una bandera de la comunidad LGBTQ+ en la escalinata del Capitolio de La Habana. El periodista independiente Ernesto Morales informó en su página oficial de Facebook que el visitante realizó su performance “tranquilamente” frente a la sede del Parlamento, “bajo el cuidado de las autoridades policiales”.
Las fotografías compartidas por Morales muestran a un hombre envuelto en una gigantesca bandera de arcoíris, símbolo mundial del orgullo gay, popularizado en 1978 por su creador, el artista estadounidense Gilbert Baker. La sesión fotográfica podría estar relacionada con la celebración del Mes del Orgullo en La Habana, organizada del 25 al 29 de junio por la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
Un transeúnte que tomó las instantáneas comentó a Morales: “Si uno de nosotros hace lo mismo con una bandera que pida libertad, no duramos ni un minuto ahí”. Este mismo observador relató que no le permitieron acercarse al lugar para “no perturbar el performance de los turistas”.
Morales expresó su apoyo a toda forma de expresión, incluida la del activista, pero cuestionó la “selectividad” con la que se permiten estas muestras públicas en el Capitolio. “Por menos que esto hay mucha gente presa en ese país como para que no veamos esto con sospechas”, añadió el periodista.
En las redes sociales, las opiniones variaron. Algunos internautas comentaron: “A un simple mortal cubano no lo dejan ni tirarse una foto”; “Aquí todo funciona a conveniencia de los comunistas”; y “Eso está permitido por el gobierno, para dar la impresión al mundo que son tolerantes”.
El Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, también conocido como Día Internacional del Orgullo, se celebra el 28 de junio en conmemoración de los disturbios de Stonewall de 1969, que marcaron un punto de inflexión en el movimiento por los derechos LGBTQ+.
Las autoridades cubanas han sido conocidas por monopolizar el uso de los símbolos nacionales y penalizar cualquier gesto que consideren inapropiado para sus intereses. Bajo el delito de “ultraje a los símbolos patrios”, el artista y preso político Luis Manuel Otero Alcántara fue condenado a prisión en 2022, y la activista Aniette González fue encarcelada el año pasado por envolverse en la bandera nacional.
Contradictoriamente, en 2022, el presidente Miguel Díaz-Canel usó la bandera cubana como bufanda durante una visita a Nicaragua. Este tipo de situaciones cuestionan la supuesta rigurosidad de las autoridades para proteger los símbolos nacionales y los valores morales de la sociedad cubana.
En un incidente similar, una actriz rusa de cine para adultos filmó un video desnuda en una tienda de tabacos en Cuba, el cual se volvió viral en las redes sociales. Muchos usuarios cubanos expresaron su rechazo e indignación ante estos hechos insólitos. El video, realizado con permiso del gobierno de la isla, mostraba el busto de José Martí, el escudo y la bandera cubana en una tienda estatal.
Estos ejemplos ponen en entredicho el «celo» de las autoridades cubanas por proteger los símbolos nacionales. Mientras que acciones que critican o desafían al gobierno son rápidamente reprimidas, otras conductas igualmente controvertidas pero toleradas o incluso permitidas por el gobierno muestran una aparente doble moral en la aplicación de la ley.