Los cubanos recién llegados a Estados Unidos que no tienen estatus legal han quedado fuera de una nueva orden ejecutiva anunciada por el presidente Joe Biden para regularizar a cerca de medio millón de migrantes indocumentados. Este nuevo Programa Parole in Place, que debe entrar en vigor en agosto y constituye el mayor amparo migratorio en décadas, no aplica para un grupo significativo de cubanos.
El presidente Biden explicó que esta medida permitirá a quienes han mantenido una buena conducta y son familiares directos de ciudadanos o residentes permanentes en Estados Unidos evitar ser deportados. Según lo mencionado a Telemundo por Willy Allen, abogado especializado en inmigración, esta norma tiene relación con la Ley 42B, que permite que quienes entraron a Estados Unidos de manera ilegal, han vivido en el país por al menos diez años y tienen familiares ciudadanos o residentes, soliciten una suspensión de deportación.
Allen clarificó que los cubanos con I220A (forma de libertad condicional) u órdenes de deportación, incluso si están casados con ciudadanos estadounidenses, no podrán beneficiarse de esta nueva medida. “Por un mes o un poco más, tenían la fantasía de que llegaba su salvación. Creo que no”, señaló Allen, refiriéndose a miles de cubanos que no están incluidos en este Parole in Place porque no han permanecido en Estados Unidos un mínimo de diez años.
Existen muchas interrogantes sobre cómo se llevará a cabo el proceso. Allen planteó dudas como: “¿Cuál va a ser ese formulario que van a usar ahora? ¿Vamos a volver a la 475A, que implicaba pagar una multa de mil dólares para legalizarse? ¿Cuál va a ser el costo?” Además, mencionó el retraso en los tribunales de inmigración, que actualmente tienen aprobaciones de la 42B con dos y tres años de atraso. Con el Parole in Place, las personas podrían legalizarse más rápidamente.
Esta nueva acción ejecutiva de Biden llega a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales y poco después de la implementación de medidas más restrictivas en la frontera sur para limitar el ingreso irregular de migrantes que buscan pedir asilo. La norma permitirá que ciertos cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses soliciten la residencia legal permanente sin salir de Estados Unidos.
La residencia legal permanente, conocida como tarjeta verde o ‘green card’, permite a los inmigrantes vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos. Según un alto funcionario de la Administración de Biden, la medida proporcionará estatus legal a aproximadamente 500,000 familias estadounidenses y unos 50,000 hijos de inmigrantes menores de 21 años que no tengan ciudadanía y cuyo progenitor esté casado con un ciudadano estadounidense. En otras palabras, la norma podría beneficiar hasta a 550,000 personas, según el Instituto de Política Migratoria.
Hasta ahora, una persona indocumentada que llega a Estados Unidos y se casa con un ciudadano estadounidense debe solicitar primero la libertad condicional antes de solicitar la residencia, lo que podría obligarla a salir del país sin garantía de que se le permita volver a entrar. Esta nueva medida busca simplificar y agilizar ese proceso, proporcionando un camino más claro hacia la legalización para muchas familias.