El gobierno ruso ha reafirmado su compromiso de ayudar a Cuba a restablecer su deteriorado sistema eléctrico. Este anuncio se realizó durante una reunión en Moscú entre Serguéi Tsiviliov, ministro de Energía de Rusia, y Ricardo Cabrisas Ruiz, viceprimer ministro cubano, según informó la agencia EFE.
Durante la reunión, Tsiviliov expresó que «la construcción de nuevas instalaciones energéticas es una etapa importante para el restablecimiento de la capacidad de trabajo del sistema energético de Cuba». Además, mostró confianza en que «la participación y la experiencia de especialistas rusos representará un considerable aporte a la rama energética» de Cuba.
La visita de Cabrisas Ruiz a Rusia también abordó las «perspectivas de cooperación» en áreas como el combustible y la energía, según el Ministerio de Energía ruso. En particular, se destacó la cooperación en la esfera del petróleo y el gas, con énfasis en el proyecto conjunto del yacimiento Boca de Jaruco, donde se han alcanzado altos niveles de extracción de crudo.
Tsiviliov también subrayó que «el intercambio de experiencias profesionales propiciará el desarrollo del diálogo entre nuestros países en materia de energía». Este fortalecimiento de la cooperación energética entre Cuba y Rusia se produce en un momento crítico, ya que los problemas en el sistema eléctrico cubano han provocado apagones prolongados en varias regiones del país.
La crisis energética en Cuba se debe a varios factores, incluyendo la falta de combustible para las centrales termoeléctricas, la obsolescencia tecnológica de estas instalaciones, y los mantenimientos necesarios en varias unidades de esas plantas. Estos problemas han exacerbado la situación de desesperación en la población cubana.
Hace unos meses, durante el regreso del presidente cubano Miguel Díaz-Canel de una visita a Rusia, el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló que «Rusia es un gran proveedor de combustible». Además, mencionó que existen seis proyectos de negocios en Cuba financiados con dinero ruso, y otros cuatro aprobados y próximos a implementarse, todos relacionados con el sistema energético y la alimentación.
A pesar de estas promesas, los resultados tangibles de estos continuos viajes y acuerdos no han sido plenamente visibles para los cubanos, quienes siguen enfrentando serios problemas energéticos. Díaz-Canel confesó que existen «dificultades» y reticencias de Rusia para avanzar más rápidamente en estos proyectos.
