En medio de una severa crisis de combustible, trabajadores de la Empresa Provincial de Transporte y de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Talleres Ferroviarios de Camagüey lograron algo extraordinario. Después de casi cuatro años de esfuerzo y creatividad, convirtieron un ómnibus Yutong en un tren, conocido como ferrobús.
La idea original fue concebida por Carlos Sanz Guerra, un especialista ferroviario que se jubiló hace 13 años. Aunque el proyecto comenzó en 2020, enfrentaron numerosas dificultades debido a la escasez de acetileno, un gas esencial para el proceso de soldadura. Este recurso limitado fue un obstáculo importante, pero no detuvo la determinación del equipo.
Según un reportaje del portal Adelante, el vehículo enviado desde La Habana llegó sin varios componentes esenciales para su funcionamiento urbano. Esta situación motivó su adaptación como ferrobús, lo cual también representaba una solución más eficiente en términos de consumo de combustible. La transformación incluyó la adición de defensas, areneros, ruedas ferroviarias y otros elementos necesarios para que pudiera circular en las vías férreas, aprovechando el motor y la transmisión del ómnibus.
El equipo de trabajo, compuesto por mecánicos, paileros, chapisteros, herreros y electricistas, está ultimando detalles en la parte eléctrica del ferrobús para garantizar que pueda transitar en ambos sentidos. Se espera que el primer recorrido del vehículo tenga lugar el 28 de junio, en conmemoración del Día del Trabajador del Transporte. Este evento marcará un hito significativo para el proyecto y para las comunidades que se beneficiarán del nuevo servicio.
Aunque en Cuba ya se han realizado transformaciones similares con ómnibus Diana, la adaptación del Yutong ha sido más compleja debido a su longitud de 12 metros. A pesar de estos desafíos, el equipo ha perseverado y está a punto de finalizar un proyecto que promete mejorar significativamente el transporte en áreas rurales.
El ferrobús está destinado a cubrir rutas entre Santa Cruz del Sur y Vertientes, sirviendo a 12 comunidades rurales. Este nuevo medio de transporte tiene capacidad para 36 personas sentadas y 25 de pie, lo que ayudará a satisfacer la demanda de transporte en la región.
Desde que los ómnibus Yutong chinos llegaron a Cuba, han sido objeto de numerosos debates sobre su calidad y desempeño. Aunque inicialmente ofrecen un servicio eficiente, muchos usuarios y conductores han señalado que su rendimiento disminuye significativamente con el tiempo. Problemas mecánicos recurrentes, como fallos en el sistema de frenos y problemas con la suspensión, son comunes después de algunos años de uso intensivo.
Además, el precio de compra de estos vehículos es un tema de discusión. Se sabe que los fabricantes chinos producen con diversos parámetros de calidad según el presupuesto de los compradores, lo que influye en la durabilidad y el rendimiento de los ómnibus a lo largo del tiempo.