¡Sin café ni aceite! Régimen cubano reconoce que no tiene productos para entregar por la libreta de abastecimiento a la población

Redacción

¿Dónde se inventó la libreta de abastecimiento que usamos en Cuba?

El Ministerio de Comercio Interior (Mincin) ha informado a los consumidores cubanos sobre la ausencia de café y aceite en las entregas de la canasta básica debido a la falta de disponibilidad. A pesar de que estos productos ya estaban retrasados, correspondientes al pasado mes de mayo, no se distribuirán próximamente. Esta escasez se suma a la profunda crisis económica que enfrenta el régimen cubano, caracterizada por la falta de dinero en las arcas públicas y la dificultad para importar alimentos no producidos en la Isla.

La ministra Betsy Díaz Velázquez ha señalado en varias ocasiones la complejidad logística de distribuir productos a más de 11 mil bodegas en todo el país, una tarea complicada aún más por la crisis de combustible y los frecuentes apagones que afectan la generación eléctrica. La falta de productos esenciales como el café y el aceite exacerba la ya difícil situación de la población cubana.

Además de estos productos, otros alimentos básicos como el arroz, la leche y los granos también enfrentan significativos retrasos. Aunque la venta de arroz y chícharos está “programada”, las autoridades han subrayado la necesidad de reducir los costos de transportación. La ración de chícharos, por ejemplo, se ha reducido a 10 onzas por persona, reflejando la severidad de la escasez.

El suministro de carne de res para los menores de siete años también está en déficit, por lo que el Mincin ha decidido sustituirla con carnes enlatadas donadas desde el extranjero. En cuanto a la leche, solo hay suministros suficientes hasta el 10 de junio, y después de esa fecha, se dependerá de nuevos embarques del producto en polvo importado para continuar con las entregas.

La canasta básica, entregada mediante la libreta de racionamiento, es fundamental para la mayoría de los cubanos. Sin embargo, la prolongada crisis y la ineficiencia en la distribución de alimentos plantean serios desafíos para el gobierno cubano. Cuba sigue siendo el único país del mundo donde el Estado distribuye alimentos a través de una tarjeta de racionamiento, un sistema que ya ha superado los 50 años en funcionamiento bajo un régimen de emergencia permanente.