Tres de los presentadores estelares del programa Mediodía en TV se reencuentra en Miami

Redacción

Tres de los locutores que dieron vida al popular programa de la televisión cubana, que comenzó como Verano en TV en 2004 y continuó como Mediodía en TV de 2005 a 2009, se reunieron este domingo en Miami. Dahimy Crespo, Yumié Rodríguez y Niro de la Rúa, quienes se convirtieron en las caras de los canales nacionales Educativo, Cubavisión y Tele Rebelde, respectivamente, se encontraron en la ciudad del sur de Florida después de mucho tiempo sin verse.

“Un mediodía diferente”, escribió Crespo en Facebook, acompañando varias fotografías del emotivo reencuentro, en el que también participó la actriz cubana María Teresa Pina, que vive con su pareja, De la Rúa, en Estados Unidos desde hace aproximadamente una década. Crespo, quien llegó al país norteamericano hace menos de un mes, y De la Rúa aprovecharon la corta visita de Rodríguez, que reside en Uruguay, para recordar viejos tiempos.

Además de Crespo, De la Rúa y Rodríguez, Mediodía en TV también contó con la participación de Laritza Camacho, presentadora del Canal Educativo 2, quien permanece en Cuba; Amelia Flores, quien sustituyó a Camacho en la última etapa del programa; y Abel Álvarez, anfitrión y guionista del espacio.

Álvarez, asentado en Los Ángeles, Estados Unidos, envió un “abrazo desde la otra costa del país” a sus amigos, calificando el encuentro como una “maravilla”. Álvarez, conocido como Abelito, y los locutores lograron convertir el programa promocional en un ameno show en vivo, que muchos cubanos esperaban a las 12 del día.

Gracias a Mediodía en TV, Álvarez recibió el Premio de la Popularidad de la Televisión Cubana en 2005, y fue nominado en 2004, 2006 y 2007. “Nuestro papel era ser espejo de la televisión”, señaló en una entrevista en 2009, describiendo el programa como “un reto muy grande” debido a su formato diario.

Aunque han pasado 15 años desde la última transmisión de Mediodía en TV, el programa sigue siendo recordado por la espontaneidad, profesionalidad y buena vibra que le imprimieron Álvarez y sus colegas, características que aún son añoradas por la audiencia cubana.