Según reportes en redes sociales, un niño de cuatro años, identificado como Luis Miguel, falleció debido a una fiebre provocada por el virus de Oropouche. Este trágico suceso ocurrió en el poblado de Aguada de Pasajeros, en la provincia de Cienfuegos, donde se ha detectado un brote de esta enfermedad transmitida por mosquitos.
“Dos fuentes del pediátrico en Cienfuegos, que han pedido mantener el anonimato, confirmaron que se trata de la fiebre de Oropouche y no dengue”, afirma un post publicado en el perfil de Facebook de la activista Avana de la Torre y firmado por Yamil Cuellar. En la publicación también se menciona que los familiares del niño tuvieron que solicitar a las autoridades de Cienfuegos el restablecimiento del suministro eléctrico en el circuito 43, donde se encuentra la funeraria, para poder llevar a cabo los servicios fúnebres del menor.
Este sería el primer caso de muerte documentado en Cuba a causa de complicaciones relacionadas con el virus Oropouche. Investigaciones extraoficiales indican que 263 niños han sido diagnosticados con el virus, estadísticas que el régimen oculta sin considerar la gravedad del asunto. “La crisis energética, la falta de alimentos y medicinas, además de las condiciones higiénicas imperantes, han puesto a la población cubana en una situación desesperante”, dice la denuncia.
El Oropouche se sumó recientemente a la larga lista de preocupaciones y problemas que enfrenta el pueblo de la Isla. El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó el brote e instó a la población a tomar medidas preventivas, como el uso de mosquiteros, eliminación de criaderos de mosquitos y aplicación de repelentes. Los síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, vómitos y diarrea. El periodo de incubación del virus es de cinco a siete días. No existe un tratamiento específico, por lo que las medidas generales se enfocan en aliviar los síntomas mencionados.
El virus de Oropouche, que causa fiebre con el mismo nombre, es transmitido por vectores del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes), los cuales se pueden reproducir fácilmente en agua sucia. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la enfermedad ha tenido transmisión habitual en comunidades rurales y urbanas de países como Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago. En 2024, también se han reportado casos en Bolivia, Brasil y Colombia.
La situación en Cuba se ve agravada por la crisis energética, la escasez de alimentos y medicinas, y las precarias condiciones higiénicas. Estos factores han creado un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el virus de Oropouche. Las autoridades sanitarias están en alerta y continúan monitoreando la situación, mientras la población enfrenta un panorama de incertidumbre y preocupación.
