Eliany Gómez, una de las dos jóvenes cubanas que fallecieron en marzo en Las Vegas, fue sepultada la semana pasada en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. La ceremonia estuvo marcada por un emotivo homenaje de familiares y amigos, que incluyó la interpretación de “Amor eterno” de Juan Gabriel, a cargo de unos mariachis.
Dos videos publicados en Instagram por el reportero de sucesos Niover Licea capturaron la intensidad emocional del momento. En las imágenes se observa a numerosas personas llorando y visiblemente afectadas mientras se encontraban junto al féretro, momentos antes de su inhumación.
Los cuerpos de las jóvenes llegaron a La Habana el 25 de mayo, dos meses después de su fallecimiento en Estados Unidos. La demora en el traslado y la entrega de los cuerpos a sus familias se atribuyó a la escasez de combustible, según explicaron las autoridades cubanas.
Las familias denunciaron las dificultades en la transportación de los cadáveres, acusando a los dirigentes gubernamentales de ineficiencia y de una “falta de respeto, empatía, sensibilidad, ética y sentimientos”, además de calificarlos de “corruptos”.
Eliany Gómez y Thaylien Brindis murieron el 24 de marzo en Las Vegas, donde ambas residían. De acuerdo con versiones difundidas en redes sociales por familiares y allegados, las jóvenes sufrieron una intoxicación mortal por sobredosis de drogas que alguien les habría colocado en sus bebidas mientras estaban en un bar. Hasta el momento, se desconocen los resultados de la investigación policial sobre el caso.
Thaylien, conocida como Thay, tenía una niña pequeña en Cuba y vivía en el reparto Sueño de Santiago de Cuba antes de emigrar a Estados Unidos en febrero de este año. Su amiga Eliany, por su parte, era madre de un niño de ocho años llamado Christopher y creció en el reparto Santa Bárbara.
Tras conocerse la trágica noticia de la muerte de las jóvenes, familiares y amigos iniciaron una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma GoFundMe. El objetivo era reunir los fondos necesarios para repatriar los cuerpos y darles sepultura en su tierra natal, según los deseos de sus respectivas familias.
El sepelio de Eliany Gómez en el cementerio de Santa Ifigenia fue un evento cargado de tristeza y recuerdo, reflejando el dolor de la comunidad por la pérdida de dos jóvenes vidas. Los presentes expresaron su pesar y rindieron homenaje a Eliany con palabras de consuelo y recuerdos compartidos, mientras la música de los mariachis resonaba en el aire, llenando el ambiente de una profunda melancolía.
El caso de Eliany y Thaylien es un triste recordatorio de los peligros que enfrentan los jóvenes emigrantes en su búsqueda de mejores oportunidades. Sus muertes han dejado un vacío en sus familias y comunidades, quienes continúan buscando respuestas y justicia.
La demora en el traslado de los cuerpos y las dificultades enfrentadas para su repatriación han añadido una capa adicional de sufrimiento para las familias, subrayando la importancia de un sistema más eficiente y humano en momentos de tragedia.
Mientras tanto, la comunidad se ha unido en solidaridad, brindando apoyo emocional y financiero a las familias afectadas. Las campañas en plataformas como GoFundMe han demostrado el poder de la colectividad para enfrentar situaciones difíciles, permitiendo a las familias cumplir con los deseos de sus seres queridos fallecidos.
