¡Increíble! Historiador cubano revela la causa de muerte con la que el régimen registró en los libros del cementerio de Colón a Arnaldo Ochoa

Redacción

Todo lo relacionado al fusilamiento en 1989 del General Arnaldo Ochoa siempre ha permanecido en secreto total por el régimen cubano, que más allá de dar cuenta tras el juicio del paredón, no informó nada más al respecto.

Sin embargo, en un entrevista reciente ofrecida por el prestigioso historiador Enrique del Risco al realizador Ian Padrón, este reveló detalles desconocidos sobre Ochoa y el tratamiento que el Gobierno de Fidel Castro dio a su cádaver.

De acuerdo a Del Risco, en el año 1990, mientras trabajaba en el Cementerio de Colón de La Habana tuvo acceso a los libros de registro de las personas enterradas en este camposanto, entre los que se encontraban los del General Ochoa.

«En el cementerio de La Habana, un lugar donde sorprendentemente se respetaba la propiedad privada, me encontré con términos como ‘panteones de administración’ y ‘muerte por hemorragia interna’. Los panteones de administración eran aquellos que no tenían dueño, pertenecían al cementerio. Y había una sección entera dedicada a los fusilados, sin ninguna marca, ninguna tarja, nada que los identificara. En el caso de Ochoa, por ejemplo, había una jardinera que decía «a Nenita de sus familiares» para no poner el nombre y evitar problemas», explicó el historiador a Ian Padrón.

«En cuanto a la causa de muerte, se ponía «hemorragia interna» para los fusilados. Recuerdo ver una boleta de defunción de uno de los fusilados del caso Ochoa que decía «anemia aguda», una manera macabra de evitar decir que lo habían fusilado», precisó, revelando así un dato que hasta ahora había permanecido oculto por el régimen, después de más de tres décadas de ocurrido.

La propaganda del sistema siempre ha sido fuerte, creando nombres para todo: picadillo texturizado, periodo especial, mercenario. Todo para suavizar la realidad. Estos sistemas totalitarios son expertos en inmovilizar a la gente, ya sea a través de la propaganda o el control. En Cuba, las cosas existen para la propaganda o para el control. Los ministerios de cultura y el interior son claros ejemplos de esto.

Hablar de esto es importante porque ayuda a entender lo que pasó y a desintoxicarnos del sistema. Si vemos los periódicos de los años 90, veremos una realidad hecha a medida de la propaganda estatal, y no de la verdadera vida cotidiana. Reflejar lo que pasó más allá de los medios oficiales es crucial.