¿Pandemia en Cuba? El mismísimo Francisco Durán aparece en televisión nacional para alertar sobre la llegada del virus Oropouche a la isla

Redacción

Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, ha alertado sobre la presencia confirmada del virus de Oropouche en el país por primera vez. Aunque el cuadro clínico de esta enfermedad no suele ser grave, Durán ha insistido en que no se debe subestimar su importancia.

El virus de Oropouche, que ya ha circulado en otros países de la región este año, principalmente en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, no se había detectado anteriormente en Cuba. Durán subrayó que los primeros casos en Cuba fueron diagnosticados en Santiago de Cuba, y que en las últimas horas se han confirmado nuevos casos en Cienfuegos, específicamente en Aguada de Pasajeros, Cumanayagua y Abreus, entre otros territorios.

Durán informó que la enfermedad tiene un período de incubación de cinco a siete días, durante los cuales puede haber transmisión del virus, incluso si los síntomas no están presentes. «A diferencia del dengue y otras enfermedades transmitidas por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, el Oropouche se transmite por el jején Culicoides paraensis, presente en la región de las Américas, y también por el mosquito Culex quinquefasciatus», explicó Durán.

El especialista señaló que, aunque la especie de jején Culicoides paraensis no se ha detectado en Cuba, sí está presente el mosquito Culex quinquefasciatus. Este mosquito se cría en cualquier tipo de agua, incluidas las aguas albañales y contaminadas, lo que aumenta el riesgo en Cuba dada la escasa higiene en algunas áreas. «Lo peor de todo es que se cría en cualquier charco de agua, incluso en aguas albañales, en acumulaciones de agua de cualquier tipo. Su control necesita mucho de la participación popular», acotó Durán en declaraciones para la Televisión Cubana.

Durán García enfatizó la omnipresencia del mosquito Culex quinquefasciatus en todas las provincias y municipios del país. «Es el mosquito que molesta mucho en el horario nocturno fundamentalmente», añadió. Aunque la situación es preocupante, Durán también señaló que el cuadro clínico del Oropouche suele durar alrededor de cuatro días y no suele generar casos graves.

El primer síntoma de la enfermedad es fiebre, seguido de dolores de cabeza y articulares, y en algunos casos también pueden presentarse vómitos y diarreas. Durán García recordó que otras enfermedades más graves, como el dengue y los virus respiratorios, pueden producir síntomas similares, por lo que ante cualquier sospecha es crucial acudir al médico. «El personal del área de salud está preparado y es quien define la conducta a seguir en estos casos», comentó.

«No podemos restarle importancia. Porque en estos momentos en Cuba existe dengue, que muchas veces tiende a producir casos graves y críticos. El mensaje más importante es que ante estos síntomas hay que ir al médico. Que sea el médico quien diga si es Oropouche, dengue o influenza», insistió Durán.

En cuanto al tratamiento de la enfermedad, Durán indicó que, al ser de origen viral, el tratamiento es paliativo y se enfoca en aliviar los síntomas presentes. «Hay un equipo de trabajo que está haciendo intervenciones para la lucha contra los vectores, desde el punto de vista de participación comunitaria, desde el punto de vista clínico y de pesquisas», concluyó el especialista, quien reiteró la importancia de acudir al médico lo antes posible en caso de presentar síntomas.

La nota oficial difundida previamente por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) indicó que tras «acciones de seguimiento y vigilancia de los síndromes febriles inespecíficos en la provincia de Santiago de Cuba, se identificó la presencia del virus de Oropouche en dos áreas de Salud de los municipios de Santiago de Cuba (Ernesto Guevara) y Songo La Maya (Carlos J. Finlay), a partir de muestras estudiadas en el laboratorio nacional de referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK)».

El Ministerio de Salud también informó que «todos los casos han evolucionado de manera favorable con mejoría de los síntomas entre el tercer y cuarto día del inicio de la enfermedad». Esta información es un alivio relativo, pero no disminuye la necesidad de vigilancia y acción por parte de la comunidad y las autoridades sanitarias.