Al menos cinco personas fueron arrestadas durante un operativo antidrogas realizado por el Ministerio del Interior (MININT) en Santiago de Cuba en la mañana de este domingo. El periodista Yosmany Mayeta informó sobre las detenciones en redes sociales, detallando que el operativo incluyó un gran despliegue militar en los alrededores del edificio U186 del reparto Micro 9, en el Distrito José Martí.
Un video publicado por Mayeta mostró el momento en que varios jóvenes salieron esposados del interior de una vivienda en la planta baja del edificio. La operación, que atrajo la atención de los residentes locales, demostró la determinación de las autoridades para combatir el tráfico de drogas en la región.
En cuanto a la droga incautada, Mayeta Labrada mencionó que se trataba de marihuana. Sin embargo, no está claro si además había otras sustancias, entre ellas la temida droga sintética conocida como “el químico”, que está causando estragos entre la juventud cubana. La fuente identificó al dueño de la vivienda implicada en el hecho como “Dayron”, quien sería el joven esposado con el pelo amarillo visto en las imágenes.
Hasta el momento del cierre de esta nota, ni el Ministerio del Interior ni otras fuentes oficialistas se han pronunciado sobre lo ocurrido. Este silencio ha generado especulaciones y preocupación entre los ciudadanos que buscan más información sobre la operación y sus implicaciones.
Este no es el primer operativo antidrogas que tiene lugar en Santiago de Cuba este mes. A mediados de mayo, el diario Granma informó sobre una operación policial que resultó en la detención de varios individuos implicados en un esquema de tráfico internacional de drogas. Según la fuente oficialista, el grupo de delincuentes estaba liderado por un hombre con fuertes vínculos en Jamaica, que intentaba establecer una base operativa en el municipio Guamá para la distribución de cocaína y drogas sintéticas.
Durante ese operativo, las autoridades incautaron 300 libras de marihuana, armas de fuego, dinero en efectivo, teléfonos celulares y lanchas rápidas, lo que evidenció el nivel de organización y recursos de los traficantes. La fiscalía solicitó penas de entre 20 y 30 años de prisión para los acusados, reflejando la gravedad del delito y el compromiso del gobierno cubano en combatir el tráfico de drogas.