En los últimos años, la crisis en Cuba se ha intensificado con una inflación galopante, escasez de alimentos y productos básicos, y una inestabilidad monetaria que ha afectado profundamente a las familias cubanas. Ante esta realidad, los emigrantes cubanos se enfrentan a una difícil decisión: ¿Enviar dinero o comida para ayudar a sus seres queridos en la isla?
La Realidad Económica en Cuba
La situación económica en Cuba ha llegado a un punto crítico. En 2023, el país cerró con una inflación del 30%, y el salario medio se encuentra alrededor de 4.800 pesos, lo que equivale a unos 40 dólares al cambio oficial y apenas 13 dólares al cambio en el mercado negro. Con estos ingresos, los cubanos enfrentan precios desorbitantes, como un cartón de 30 huevos que cuesta 3.300 pesos (27,50 dólares al cambio oficial), una libra de carne de cerdo a 600 pesos, y un kilogramo de pollo que supera los 2.000 pesos.
Testimonios desde el Exterior
La agencia de noticias AFP ha recogido varios testimonios de cubanos en el exterior que reflejan esta difícil realidad. Muchos coinciden en que enviar comida a través de agencias y tiendas virtuales se ha convertido en una necesidad. Un cubano residente en España explicó a CiberCuba que antes solía enviar solo dinero (unos 100 euros al mes) a su familia, pero ahora debe enviar alimentos básicos además del dinero, gastando unos 30-40 euros más para asegurar que sus familiares puedan comer.
La Crítica de Saily González
La activista cubana Saily González compartió su perspectiva en un video de Instagram, criticando cómo el régimen cubano obliga a los emigrados a pagar lo que ella describe como un «rescate» por sus familiares. Según González, las recargas, remesas y envíos de alimentos a través de agencias controladas por el gobierno solo financian la represión dentro del país.
El gobierno cubano ha establecido varios canales para recabar divisas de los emigrados. Desde tiendas virtuales hasta la compra de boletos, los mecanismos para captar divisas están diseñados para aprovechar la desesperación de las familias que intentan sostener a sus seres queridos desde el exterior. Este sistema ha forzado a los emigrantes a buscar maneras efectivas de enviar ayuda, considerando la devaluación del peso cubano y la escasez de alimentos.
En los últimos tres años, más de medio millón de cubanos han emigrado en busca de mejores oportunidades y huyendo de la crisis en la isla. Sus remesas y envíos de alimentos son ahora un pilar fundamental para muchas familias, aunque también sostienen, indirectamente, la economía del régimen.