¿Qué ha sido de la vida del humorista cubano Nelson Gudín, el Bacán de la Vida? Aquí te contamos…

Redacción

Personajes como «El Bacán de la Vida» y «Flor de Anís» se ganaron el cariño del público cubano en muy poco tiempo. Estos personajes representan solo una pequeña parte del talento de Nelson Gudín Benítez, un verdadero genio del humor cubano. Más que un humorista, Nelson es un actor, guionista, dramaturgo, narrador, poeta y escritor. En su extensa carrera artística, ha creado varios programas de televisión, fundado grupos literarios, dirigido y creado grupos de teatro, y publicado libros que le han valido el reconocimiento del mundo artístico cubano y, sobre todo, el cariño del público tanto dentro como fuera de la Isla.

Nelson Gudín Benítez nació en el barrio de Durán, en las lomas de la Sierra Maestra. Este pequeño pueblo, perteneciente al municipio Pilón, en la provincia de Granma, contaba con solo unas 10 casas mal construidas, hechas de tablas y con techos de yagua, bastante separadas unas de otras y sin luz eléctrica. Nelson conoció la electricidad a los 15 años y la televisión a los 17. En su infancia, solo contaba con la lectura y su imaginación para entretenerse. «Prefiero ser perro aquí que ser humano en mi casa,» solía decir Nelson, quien iba a la escuela a caballo, recorriendo alrededor de tres kilómetros todos los días.

Estudió diseño mecánico y se graduó como técnico medio, pero nunca ejerció su carrera debido a la falta de demanda en su especialidad en Pilón. Trabajó como profesor en una secundaria básica y luego como especialista de capacitación en el central azucarero de Pilón. Al mismo tiempo, se unió a un taller literario y trabajó como guionista y actor en el grupo de teatro Galich y en el grupo humorístico Club de Rueda. «No, Rosa, no es que me haya olvidado de ustedes. Es que no puedo estar mandando dinero todo el tiempo,» decía en sus sketches humorísticos, reflejando su ingenio y creatividad.

Nelson se define a sí mismo como un escritor que hace humor. Su interés por la literatura comenzó desde muy pequeño, buscando siempre libros para leer. Conoció a escritores que lo orientaron y ayudaron a ingresar en un taller literario donde se formó y mejoró sus habilidades como escritor. Ha escrito poesías, cuentos y novelas, inspirándose en sus vivencias de niñez en el campo. En 1989, fundó el grupo literario Sur y asumió la presidencia de la Asociación Hermanos Saíz de Pilón entre 1988 y 1992. Sus obras publicadas incluyen los libros de poesía «El mundo de los ojos» y «La ciudad y el loco,» y la novela «El país de los pultos.»

Nelson ha sido premiado como escritor de poesías para niños en el Encuentro Nacional de Talleres Literarios de 1992. También obtuvo el premio 20 de Octubre de narrativa en 1999 y el premio Nacional de Narrativa Humorística en tres ocasiones. Este valioso creador es un prestigioso guionista y un laureado poeta, aunque su trabajo como escritor no siempre le proporcionaba suficiente para mantenerse económicamente. «Perdiste la junta del refrigerador que le dieron una semana después que te perdiste tú,» recordaba en sus textos humorísticos, reflejando la realidad cubana con un toque de humor.

El éxito de Nelson como humorista llegó a través de sus personajes y programas de televisión. Aunque no se considera gracioso, su humor lo hace a través de personajes, y muchas veces, mientras más serio está, más cómico resulta, parecido a Buster Keaton, uno de los mejores comediantes del cine mudo. Sus primeros programas en la televisión cubana, «Fin de semana» y «Para no salir de casa,» lo mantuvieron en pantalla durante tres años cada uno. Pero su gran triunfo llegó en 2005 con el humorístico de crítica y polémica social «Deja que yo te cuente,» que provocó sonoras carcajadas en los espectadores.

Nelson fue creador, guionista y actor en «Deja que yo te cuente,» donde interpretó personajes como «Flor de Anís.» Este programa, que estuvo en pantalla durante ocho años, fue uno de los de mayor audiencia y popularidad. En este espacio, Nelson ganó premios relacionados con el mejor programa humorístico de la televisión y el mejor actor, además de recibir la Distinción por la Cultura Nacional en 2007. «Siempre a mí lo que me ha guiado en mi vida son las palabras, no la política,» afirmó Nelson, quien siempre se mantuvo alejado de la política.

A pesar de su popularidad, Nelson y su programa enfrentaron la censura. Alrededor de 20 programas fueron censurados por tratar temas incómodos pero reales. Esto, junto con una huelga que hizo con los personajes del programa, llevó a que le cerraran las puertas de la televisión. Después de salir de la televisión, Nelson realizó dos espectáculos con más de 25 presentaciones a teatro lleno en el Carlos Marx, hasta que el Ministro de Cultura asistió a ver las obras y decidió cerrarlas también. «No me puedo quejar,» decía Nelson, reflejando su resignación ante la censura.

El tipo de humor de Nelson, fundamentalmente crítico de la sociedad, siempre representó un desafío en los medios oficialistas cubanos. Esto lo llevó a dejar la televisión y sus presentaciones, dedicándose a la cría de vacas y caballos en una finca. Después de siete años, vendió la finca y se mudó a La Habana para dedicarse al alquiler de habitaciones. Fue entonces cuando recibió una llamada del Canal Univista TV, invitándolo a formar parte de su equipo. Nelson aceptó la oferta para poder trabajar en lo que más le gusta: el arte.

Nelson tiene dos hijos de su primer matrimonio: una hija de 26 años y un nieto. También tiene un hijo de 16 años fruto de su unión con la actriz Yell Valdés. Ha estado casado cuatro veces y actualmente se encuentra casado con Yordy, quien vive con él en Miami. Mantiene una buena relación con casi todas sus exparejas, considerándolas como familia y ayudándose mutuamente.

Miami no era desconocida para Nelson, quien había estado allí en muchas ocasiones, trabajando en guiones para varios programas y presentando sus shows. Consciente de las restricciones en los medios cubanos y la censura que enfrentaba, decidió quedarse en Miami para continuar su carrera artística sin limitaciones. «Usted cree que a la gente le puede interesar dónde usted vive,» decía con humor, reflejando su deseo de libertad creativa.

En 2020, Nelson sufrió un infarto mientras grababa un capítulo de su programa en Univista TV, «La Bodega.» Pensó que era un problema de presión o azúcar, pero los médicos descubrieron que había sufrido un infarto y le colocaron un stent. «Debió darme en Cuba, que era donde más problemas tenía, pero me dio en Miami, donde tengo todos los problemas resueltos,» bromeaba, mostrando su capacidad para encontrar humor en las situaciones más difíciles.

Así concluye nuestro recorrido por la vida de Nelson Gudín Benítez, un genio del humor cubano. Si conocías estos detalles de su vida o tienes otros datos interesantes, déjanos tu opinión en los comentarios. No olvides darle like y suscribirte para conocer más sobre otros actores cubanos y seguir disfrutando de lo mejor de nuestra Isla.