La periodista Yailín Orta Rivera, quien ocupaba el puesto de directora del periódico oficialista Granma, el órgano de difusión del Partido Comunista de Cuba, fue destituida de su cargo en circunstancias que los trabajadores del diario aún desconocen, según informó CubaNet.
Un empleado de Granma confirmó en condición de anonimato que Orta, miembro del Comité Central y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue relevada de su puesto hace aproximadamente dos meses. Sin embargo, no se ha comunicado oficialmente sobre el nuevo rol que ocupará ni se ha hecho pública su destitución. La falta de información oficial ha generado especulaciones y un clima de incertidumbre entre los empleados del periódico.
Actualmente, el cargo de Orta está siendo ocupado provisionalmente por el periodista Dilbert Reyes Rodríguez, quien anteriormente se desempeñaba como subdirector del diario, según añadió la misma fuente. A pesar de esta transición, la destitución de Orta no ha sido reconocida oficialmente por el Partido Comunista de Cuba (PCC), y su nombre sigue apareciendo en la sección “¿Quiénes somos?” del sitio web del periódico, donde se presentan a los principales directivos y funcionarios de Granma.
Un segundo empleado del diario comentó a CubaNet que “se respira un mejor clima tras la salida de Yailin. Desde que entró, se fue una buena parte de los periodistas y hoy apenas hay reporteros ni especialistas, a diferencia de años anteriores.” Este comentario sugiere que la gestión de Orta podría haber sido problemática y que su salida podría traer una mejora en el ambiente laboral del periódico.
Yailín Orta Rivera se graduó de Periodismo en 2006 en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. En 2017, asumió el cargo de directora en Granma tras haber desarrollado una carrera ascendente gracias a su militancia política en el diario Juventud Rebelde, donde comenzó como redactora y llegó a ocupar los cargos de subdirectora y directora del llamado “periódico de la juventud cubana.” Su ascenso en el mundo periodístico cubano fue rápido y notable, lo que hace que su destitución repentina sea aún más intrigante.
Orta había sucedido a Pelayo Terry en el cargo de director de Granma, cuya destitución en noviembre de 2017 fue confirmada por una nota del PCC en la que se le achacaron “errores cometidos en el cumplimiento de sus responsabilidades.” Terry, a su vez, había sustituido a Lázaro Barredo en 2013. La historia de cambios en la dirección del periódico parece estar marcada por destituciones abruptas y razones poco claras.
El secretismo en torno a la salida de Orta se mantuvo incluso durante la visita que realizó el pasado mes de abril el presidente cubano Miguel Díaz-Canel al diario comunista. Durante su visita, Díaz-Canel fue recibido por Dilbert Reyes Rodríguez y la destituida directora Orta. En su recorrido por las instalaciones del diario, el mandatario cubano señaló que Granma debía “innovar” para convertirse en el periódico con más lectores en Cuba.
“Tenemos que aspirar a que sea el periódico que más se lee en Cuba, como multimedio. Que los jóvenes se acerquen más a Granma, y para eso hay que dotarlo de un toque de originalidad, hay que innovar en Granma,” dijo Díaz-Canel durante su visita. Estas declaraciones indican un deseo por parte del gobierno cubano de modernizar y revitalizar el periódico para atraer a un público más joven y ampliar su alcance.
A pesar de estas aspiraciones de innovación y modernización, la destitución de Orta y la falta de transparencia en el proceso dejan en evidencia las dificultades internas que enfrenta Granma. La ausencia de información clara sobre su nuevo destino y la continuidad de su nombre en la lista de directivos generan más preguntas que respuestas entre los empleados y el público en general.
En resumen, la destitución de Yailín Orta Rivera de su cargo como directora de Granma, y el subsiguiente secretismo en torno a esta decisión, reflejan la compleja y a menudo opaca dinámica interna del principal órgano de prensa del Partido Comunista de Cuba. La transición provisional a manos de Dilbert Reyes Rodríguez y las declaraciones del presidente Díaz-Canel sobre la necesidad de innovación marcan un momento de cambio y potencial reforma en la estructura y dirección del periódico.