La historia de la «Operación Pico» es una de las más fascinantes y menos conocidas de la Guerra Fría. Este plan secreto de Fidel Castro casi desata un conflicto armado entre Cuba y la República Dominicana en 1977. A continuación, te contamos en detalle cómo se desarrolló este episodio y cómo estuvo a punto de cambiar la historia del Caribe.
La Detención de los Buques Pesqueros Cubanos
En los primeros días de septiembre de 1977, unos buques pesqueros cubanos fueron detenidos por las autoridades dominicanas en aguas cercanas a la República Dominicana. Los dominicanos acusaban a los pescadores cubanos de violar sus aguas territoriales, mientras que los cubanos alegaban que navegaban en aguas internacionales y fueron forzados a cambiar de ruta por las naves dominicanas.
En ese momento, el gobierno dominicano de Joaquín Balaguer sospechaba que los buques estaban en misiones de espionaje. Por otro lado, Fidel Castro consideró la detención de los pescadores como una ofensa personal y una provocación «anti-cubana» y «pro-imperialista».
La Respuesta de Fidel Castro
En respuesta a lo que consideraba una afrenta, Fidel Castro convocó una reunión secreta el 8 de septiembre de 1977 en el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR). A la reunión asistieron altos mandos militares, incluido el general Francisco Cabrera, el teniente coronel Rubén Martínez Puente y el coronel Rafael del Pino. Castro dejó claro que no toleraría insultos al honor de Cuba y sus ciudadanos.
“¡Me las van a pagar! ¡Estos dominicanos me las van a pagar!” exclamaba Castro, decidido a no abandonar a los pescadores cubanos.
Preparación para la Operación Pico
Como demostración de fuerza, Castro ordenó un vuelo rasante de un escuadrón de 12 MiG-21bis sobre la ciudad de Puerto Plata, simulando un ataque para presionar la liberación de los pescadores. Este vuelo demostraría la capacidad y disposición de las fuerzas aéreas cubanas para actuar.
El ataque debía ejecutarse a las 10:00 de la mañana del 10 de septiembre. Los MiG-21bis despegarían desde la base aérea de San Antonio y se reabastecerían en Guantánamo. Para evitar alertar a las fuerzas estadounidenses en la base naval de Guantánamo, se ordenó un ejercicio militar a gran escala, haciendo parecer el movimiento de los MiG-21 como una rutina.
Los Preparativos Detallados
Los MiG-21MF de la zona oriental de Cuba despegarían para asegurar la cobertura aérea de la misión. Se impartieron órdenes falsas desde los puntos de conducción en tierra para desinformar, y las tropas del Ejército Oriental estaban movilizadas en maniobras tácticas, cubriendo la operación con un riguroso secreto.
Cada MiG-21bis llevaría un tanque adicional de combustible de 800 litros y cuatro misiles térmicos K-13. En caso de una segunda misión, los cazas se equiparían con bombas FAB-250 y FAB-500 y cohetes S-24. Para evitar implicar a la Unión Soviética, el armamento no debía tener letras rusas.
La Ejecución de la Operación Pico
El 9 de septiembre de 1977, el escuadrón de MiG-21 partió hacia la República Dominicana, evadiendo el espacio aéreo de Haití. El vuelo de 580 kilómetros se desarrolló sin contratiempos. A 20 km de Puerto Plata, los cazas se separaron en parejas para no estorbarse.
Los aviones realizaron vuelos rasantes y conectaron la postcombustión para romper la barrera del sonido, causando pánico en la ciudad. Del Pino realizó un vuelo tan bajo que casi rozó las antenas de la ciudad. La operación concluyó con éxito, aterrorizando a la población local y enviando una clara advertencia al gobierno de Balaguer.
El Desenlace de la Crisis
Tras la operación, Del Pino fue convocado a La Habana para relatar los detalles de la misión a Fidel Castro. Mientras tanto, los servicios de inteligencia cubanos interceptaron comunicaciones dominicanas, mostrando la capacidad de monitorear a otros países.
A las 13:00 horas del 9 de septiembre, los dominicanos indicaron que estaban dispuestos a resolver el incidente diplomáticamente, pero no liberaron a los pescadores. Castro dio un ultimátum de 24 horas para liberarlos, o bombardearía Santo Domingo con armamento real.
El 10 de septiembre, los MiG-21 cubanos estaban listos para despegar con bombas FAB-500. Sin embargo, a última hora llegó un cable cifrado de La Habana ordenando regresar a las tropas, ya que los pescadores habían sido liberados.
Aunque el conflicto se resolvió sin violencia, este episodio subraya las tensiones en el Caribe y la volatilidad de la política internacional en esa época.
La historia de la «Operación Pico» es un recordatorio de cómo las decisiones políticas y militares pueden cambiar el curso de los eventos, y cómo las naciones deben manejar cuidadosamente sus relaciones internacionales para evitar conflictos.