Una cubana ha alzado la voz para denunciar un incidente de corrupción ocurrido el pasado 5 de abril en el aeropuerto de Varadero. Según su relato, una trabajadora del aeropuerto extorsionó a su esposo, que llegaba desde Canadá, cobrándole $100 por pasar tres cigarros electrónicos. La mujer, identificada en Facebook como Amanda Benavides, narró la experiencia a través de una llamada telefónica y una publicación en redes sociales, señalando que su esposo pagó la suma porque tenía previsto regalar ese dinero a los niños.
La Indignación de Amanda Benavides
Al escuchar lo sucedido, Amanda Benavides se sintió indignada. Su esposo le contó cómo la trabajadora del aeropuerto, cuyo nombre recordaba, le había solicitado el dinero. Benavides no dudó en llamar al aeropuerto Juan Gualberto Gómez para denunciar el hecho, destacando que este tipo de extorsión es ilegal. Las autoridades aeroportuarias le aseguraron que investigarían el caso, pero la situación no mejoró.
Política de Cero Tolerancia
Cabe recordar que, en octubre del año pasado, la Aduana de Cuba emitió un comunicado reafirmando su postura de tolerancia cero hacia los cigarrillos electrónicos, considerándolos «nocivos a la salud humana» y promotores del consumo de drogas. Sin embargo, este comunicado parece no haber frenado las prácticas corruptas en el aeropuerto.
La Repetición del Encuentro
La denuncia de Amanda Benavides no logró resolver el problema. Cuando su esposo regresó al aeropuerto para tomar su vuelo de regreso a Canadá, se encontró nuevamente con la trabajadora que lo había extorsionado. Esta situación llevó a Benavides a cuestionar la efectividad de las autoridades: «¿Será que todas las autoridades están repartiéndose el dinero que le quitan a los pasajeros?» escribió en su muro de Facebook.
El post de Benavides generó diversas reacciones. Una internauta celebró su valentía por denunciar, pero advirtió que no esperaba un cambio significativo: «Eso es un mal viejo y está enquistado.» Otro usuario lamentó que tales conductas disuaden a los visitantes: «A Cuba ni de visita se puede ir. A mi hermana por fumar le pidieron $50.» Estos comentarios reflejan la frustración y el escepticismo generalizado hacia la corrupción en Cuba.
Casos Similares
Las malas experiencias en los aeropuertos cubanos no son aisladas. A finales del año pasado, un cubano que viajó desde Miami a La Habana denunció el robo de una de sus maletas, atribuyendo el incidente a la corrupción en el aeropuerto José Martí. Después de múltiples reclamaciones, la responsabilidad se atribuyó a la aerolínea Delta, aunque el afectado sugirió que el robo fue obra de los trabajadores del aeropuerto.
Detenciones Recientes
En febrero, un trabajador del Aeropuerto Internacional José Martí fue detenido por la policía cubana tras encontrarse pertenencias robadas de los equipajes de los viajeros en su casa. La denuncia inicial se basó en la desaparición de un teléfono móvil, pero el registro reveló un alijo de artículos robados, desde impresoras hasta combustible.