El programa del Parole humanitario, promovido y aprobado por la Administración de Joe Biden, ha permitido que 95,500 cubanos obtengan permisos para viajar a Estados Unidos. Esta cifra abarca desde enero de 2023 hasta el final de abril del mismo año.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) compartió esta información basada en datos de un informe oficial. Según CBP, hasta abril, más de 434,800 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han recibido la aprobación para viajar.
El programa del Parole humanitario otorga 30,000 visas mensuales a ciudadanos de los mencionados países. El documento desglosa los permisos de la siguiente manera: 95,500 cubanos, 184,600 haitianos, 83,800 nicaragüenses y 109,200 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar.
De este total, más de 91,000 cubanos, 166,700 haitianos, 75,700 nicaragüenses y 101,200 venezolanos han hecho efectiva su entrada legal a Estados Unidos, recibiendo la libertad condicional.
Casos de Parole Demorados
Miles de personas esperaban recibir su Parole humanitario durante 2023. No obstante, la gran cantidad de solicitudes impidió cumplir con los plazos inicialmente establecidos.
El periodista Daniel Benítez compartió en su canal de YouTube la información emitida por el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes. “Entre enero y octubre del año pasado, 269,744 personas habían ingresado con el programa de Parole humanitario. Además, 1.6 millones de personas estaban pendientes de revisión con el expediente I-134”, explicó.
Se destacó también que otra vía para entrar a Estados Unidos, CBP One, ha facilitado que cerca de 547,000 migrantes reserven citas para presentarse en los puertos de entrada y así iniciar su proceso de petición de asilo político. La aplicación CBP One fue lanzada por el Departamento de Seguridad Nacional en enero de 2023.
Este programa de Parole humanitario ha sido una puerta de esperanza para miles de cubanos y otros migrantes, ofreciéndoles una oportunidad legal y segura de entrar a Estados Unidos. Sin embargo, los desafíos logísticos y administrativos han ralentizado el proceso para muchos, subrayando la necesidad de ajustes y mejoras continuas en el sistema de inmigración.