Ulises Toirac ha expresado abiertamente la posibilidad de emigrar de Cuba debido a sentir que, en términos artísticos, ha agotado sus posibilidades en la isla. En una entrevista con Hypermedia Magazine, Toirac compartió sus sentimientos encontrados sobre la decisión de permanecer en su país o partir hacia nuevos horizontes.
“A veces me despierto con ganas de irme, otras veces con la determinación de quedarme. Aunque he alcanzado una cierta madurez, no dejo de ser un átomo en el universo, con una vida limitada y necesidades propias. A veces, las aspiraciones personales tienen que ceder ante el sentido de utilidad social, y viceversa,” reflexionó Toirac. “No me queda nada por hacer artísticamente aquí, y empezar de nuevo en cualquier lugar a los 60 años representa un desafío épico. La vida lo decidirá”.
El humorista también abordó la censura que ha experimentado en Cuba, atribuida a sus opiniones políticas críticas. Describió un ambiente en el que las restricciones y la exclusión parecen ser tácitas y difusas, sin órdenes directas o pruebas concretas de censura, pero evidentes en la práctica.
“No existe un veto formalizado y firmado. Afirmar que hay una orden directa de ‘arriba’ sería especular sin pruebas. Lo que uno experimenta son negativas continuas y un silencio absoluto cuando se expone públicamente esta práctica,” explicó Toirac. Según él, esta situación subraya el deseo del Estado de controlar los medios y los espacios de expresión, desde periódicos y emisoras hasta foros públicos y escenarios.
Toirac también narró cómo el gobierno emplea métodos para disuadir y controlar las presentaciones de artistas considerados problemáticos, describiendo situaciones en las que se llenan secciones del auditorio con miembros de organismos estatales, supuestamente listos para contrarrestar cualquier expresión de disidencia.
“En ocasiones, saludé desde el escenario a esos grupos organizados entre el público, que me parecían no solo coercitivos sino también peligrosos e infantiles. Una pelea en un lugar cerrado puede ser algo realmente peligroso, y quienes instigan estas situaciones nunca están presentes en la sala,” comentó Toirac. Relató un incidente específico en el que tuvo que amenazar con cancelar una presentación debido a la presencia masiva de miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida antes de que el público general pudiera entrar.
A lo largo de su carrera, Toirac ha sido vocal sobre su crítica hacia diversas políticas gubernamentales y la situación socioeconómica de Cuba, lo que ha provocado una respuesta hostil hacia él y su obra por parte de las autoridades culturales. Esta continua presión ha llevado al humorista a considerar su futuro en el país, debatiendo entre su deseo de contribuir a la sociedad cubana y la necesidad de buscar nuevas oportunidades donde pueda expresarse libremente.