Cuba está enfrentando un inicio de verano extremadamente caluroso este año, con temperaturas que ya han superado los 40°C a principios de mayo, anticipando un verano potencialmente más severo que el año pasado. En Bolivia, un municipio de Ciego de Ávila, se registró una máxima de 40°C esta tarde, un indicativo preocupante considerando que aún no hemos entrado en los meses históricamente más calurosos del año.
Según el Centro Meteorológico Provincia de Ciego de Ávila, la estación meteorológica automática local marcó este récord en la tarde, mientras que en Primero de Enero se alcanzaron los 37.8°C y en Falla 36.8°C. La persistente influencia anticiclónica sobre Cuba y sus mares adyacentes está contribuyendo a este calor extremo. Un aire seco y estable domina la región, lo que reduce considerablemente las probabilidades de lluvia en todo el territorio nacional, según informa MeteoAlerta a través de su canal de Telegram.
Esta situación climática es atípica para mayo, un mes que usualmente se caracteriza por sus intensos aguaceros. Sin embargo, este año, el sol implacable y las altas temperaturas están siendo los protagonistas, desplazando a las esperadas lluvias de la temporada.
Los expertos advierten que estas condiciones podrían mantenerse durante varios días más. A pesar de esto, se espera que una profunda vaguada llegue el domingo, lo que podría incrementar los nublados y las precipitaciones, especialmente en la región occidental de la isla.
Frente a estas condiciones extremas, los médicos están recomendando tomar precauciones adicionales para proteger la salud. La hidratación constante, buscar la sombra y evitar la exposición directa al sol son medidas esenciales para combatir los efectos del calor. Estas olas de calor no solo son un desafío para la comodidad, sino que también representan un riesgo serio para la salud, especialmente para los más vulnerables.
El recuerdo de los apagones del año pasado, que exacerbaban la sensación de calor haciendo las tardes aún más insoportables, aún está fresco en la memoria de muchos cubanos. Con la anticipación de un verano igualmente caluroso este año, la esperanza es que la situación con los apagones mejore y no agrave aún más las difíciles condiciones.
Así, mientras Cuba se prepara para enfrentar otro verano potencialmente récord en temperaturas, la comunidad y las autoridades deben estar alerta y preparadas para manejar tanto el calor extremo como sus posibles consecuencias en el bienestar de la población.